La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Profesor de Geografía e Historia

Mickey Mao

La nueva "religión" mundial, buena sin fanatismo, es el consumo

Éxito de Disney en China tras la Semana Santa. Con motivo de la próxima apertura del sexto mega parque de atracciones mundial, las entradas para el día inaugural se agotaron en cinco minutos, mientras el portal oficial del parque en internet se bloqueaba a la media hora por exceso de tráfico. Curioso en un país que se denomina comunista y ¿se supone que condena el consumismo como algo occidental, capitalista y vicioso?

Si Deng Xiao Ping, sucesor del tirano comunista Mao, popularizó su significativa frase: da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones, deduciremos que lo importante no son los dogmas ideológicos, sino la eficacia del crecimiento económico que posibilitará la prosperidad real de la población. Bien es cierto que el parque está gestionado por una empresa mixta, 51% propiedad de empresas estatales de Shanghai y el 49% restante a cargo de la multinacional norteamericana Disney. Si China es un país comunista, ¿cómo es que proliferan cada vez más los multimillonarios chinos? ¿Es malo que proliferen?

El igualitarismo se impone por abajo, boicoteando el mérito, y la gente inteligente lo que quiere es mejorar, la envidiosa empeorar a los demás. Tal parece que el consumo es la nueva religión de la humanidad y los extremistas islamistas no quieren enterarse en qué mundo viven. Esperemos que tenga razón Darwin y los terroristas se extingan como especímenes inadaptados. Las creencias e ídolos pueden cambiar, lo malo -nefasto- es el dogmatismo.

La "Semana Santa", en la tradición cristiana, rememora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, concretada como crucifixión en tiempos de los romanos. Afortunadamente en Occidente hemos atravesado la Ilustración del siglo XVIII y las revoluciones liberales del XIX, y sobreentendemos que la religión es una opción personal y el Estado debe amparar su tolerancia, siempre que respete la ley común. Los atentados de Bélgica y Pakistán demuestran que hay extremistas organizados y obsesionados con imponer sus creencias como sea, incluso cruelmente. ¿Los sermones pacifistas son eficaces frente a su fanatismo? No parece que el apaciguamiento en 1938 ante los de Hitler sirviera de mucho para la paz en Polonia en 1939, repartida por la fuerza entre los nazis de Hitler y los comunistas de Stalin. Probablemente el Jesucristo histórico vivió hacia el siglo III antes de nuestra era, puesto que la secta de los esenios -su etimología: "seguidores de Jesús", Maestro de Justicia- según los manuscritos del Mar Muerto se desarrollaron durante los siglos II y I a. C. El símbolo de la cruz cristiana está tomado de la iconografía egipcia, donde el "ank" (cruz egipcia) delante de la nariz del faraón era espíritu o aliento vital. Los cuatro evangelios no son contemporáneos del Jesucristo considerado Dios por sus partidarios en el siglo I d.C., sino al menos muchas décadas posteriores, cuanto de la destrucción de Jerusalén y del templo por el ejército romano dirigido por el después emperador Tito (70 d.C.); así las religiones judías necesitaban reafirmar su sentido espiritual superior a las coyunturas históricas adversas.

Es curioso que el Papa católico Francisco, el argentino Bergoglio, parece influido en algunos de sus discursos por el peronismo, como cuando da a entender que la miseria o injusticia es culpa del sistema occidental o el "neoliberalismo". Lo curioso es que los datos oficiales indican lo contrario. Desde que hace unas décadas China y la India han abandonado las políticas económicas socialistas y han adoptado políticas económicas liberales, el crecimiento nacional y de la renta per cápita de su población (media estadística de riqueza por persona anual) se ha disparado. Entre ambas suman 2.500 sobre 7.000 millones de habitantes, más de un tercio de la población mundial. Así la China comunista del Mao de las comunas agro-industriales permaneció estancada de 1950 a 1980, además de la represión política y millones de muertos acusados de "burgueses" por la campaña oficial ortodoxa Revolución Cultural, languideció agraria, rural y mísera, frente a la posterior China liberalizada en lo económico, urbana, industrial y exportadora (no democrática y muy contaminante), y actualmente ya la tercera potencia económica mundial, tras los USA y la UE.

Todos los ismos o excesos son malos, incluido el consumismo sin control o saqueador del medio ambiente, y desde luego vivir mejor sin dañar a los demás es justo y necesario. El consumo responsable es compatible con ser creyente, dudoso o ateo, y respetar las tradiciones y discrepancias. Lo que no es compatible es ser buena persona y fanático religioso, ni fanático político.

Compartir el artículo

stats