La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La evolución de Maite Ciurana

Maite Ciurana (Gijón, 1954) es una pintora autodidacta que empezó formándose en historia del Arte a través de cursos universitarios. Después sintió la necesidad de expresarse mediante la pintura. Empezó con un desnudo bien realista en 1987. Asistió a cursos y talleres de pintura y grabado en la Universidad Popular de Gijón y el Museo Evaristo Valle. Ahora pinta al acrílico sobre lienzo o sobre otro material menos utilizado, pero muy agradecido, el metacrilato.

En la sala de El Llano cuelgan 21 cuadros abstractos al acrílico sobre lienzo y en el centro cuatro obras sobre metacrilato a modo de esculturas. En otro hueco se muestran ocho obras más antiguas, entre ellas dos grabados, para que el visitante pueda comprobar la evolución de la pintora. Los cuadros actuales ofrecen diversos formatos y tamaños, desde 30x30 cm hasta los más abundantes, bien apaisados (60x90 cm, 30x100 cm) o verticales (90x60 cm100x30 cm). Como puede verse por las medidas, estas obras pueden combinarse entre sí de diferentes maneras. Todas ellas van sin título.

Analizamos ahora otras características de la pintura de Maite Ciurana, cuya obra tiene calidad para colgar en cualquier galería de Asturias.

1.- El paso de la figuración a la abstracción ha ido poco a poco, de manera lenta y graduada. por esta razón ha querido la pintora exponer obras de momentos anteriores. Alguno de los abstractos actuales pueden leerse en clave cercana al realismo, como las marinas. Y es que la abstracción que practica Maite Ciurana mantiene sólidos valores de composición, texturas y colores, testigos de la pintura tradicional figurativa.

2.- La paleta de color es viva y brillante. Hasta en las marinas donde predomina el azul, color frío, introduce toques valientes de rosas o rojos. Colores más cálidos aplica en los abstractos de atardeceres en la tierra o en la galaxia. La pintora hace suya la regla universal de que los colores transmiten emociones.

3.- Hay obras en que las texturas adquieren especial relevancia y protagonismo. Unas texturas que también están sometidas a combinaciones de colores.

4.- En sus obras se aprecian a veces vertidos y zonas que responden a lo que se llaman brochazos gestuales, que parecen surgir del inconsciente, o sea, sin cálculo ni premeditación, de manera libre y relajada. Por eso prescinde del óleo y pinta con acrílicos, que son menos densos o espesos, más fluidos y ligeros.

Compartir el artículo

stats