La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Musicólogo

Música contra el apocalipsis

Estamos en abril, pero casi podemos asegurar que será uno de los conciertos del año dentro del universo jazz de la ciudad. Rob García, el polifacético batería neoyorquino, presentaba su nuevo disco, "Finding Love in an Oligarchy on a Dying Planet" (2016), acompañado de Marco Mezquida (piano), Noah Preminger (saxo tenor) y Masa Kamaguchi (contrabajo). Una nómina de lujo y habituales colaboradores del baterista; de hecho los dos últimos han participado en la grabación de este último trabajo.

Los primeros compases del concierto dejaban claro que no iba a ser una actuación estándar. Era difícil ubicar el pulso del compás en una amalgama sonora de timbres cálidos gobernada por los desarrollos melódicos y armónicos del teclado y los timbales de la batería. La intensidad crecía de forma gradual y sin que aumentaran los decibelios, lo que permitía vislumbrar un gran manejo del discurso musical; era como si se tratara de un nervio natural, libre de excesos dramáticos y sin voluntad de apabullar, como si naciera de una necesidad natural por expresar, sugerir y comunicar.

El buen gusto gobernó todo el concierto, y fue especialmente delicado en baladas como "Precious Life", en la que destacó la fuerte personalidad de Masa al contrabajo. Preminger demostró virtuosismo en varias ocasiones, con frenéticos desarrollos bop de amplísimo registro, mientras Mezquida se encargó de llenar de colores tímbricos la atmósfera del Antiguo Instituto. El protagonista era Rob García, y sus solos no defraudaron: todo era precisión para dibujar ritmos y detalles que parecían imposibles, y no tanto por la destreza técnica como por la creatividad. Espectacular.

No hubo temas de relleno, fueron tan solo media docena, pero cada uno fue tratado con la dedicación precisa. La intensidad y la energía imprimieron un ritmo que transmitía ganas de vivir y que llegaba al fondo de la emoción. Para cerrar, una propina pertinente titulada "Thank you". La ovación fue más que merecida.

Compartir el artículo

stats