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Tormenta de ideas

Desensibilización

A propósito de la acumulación de casos de injusticia y de corrupción

La desensibilización es un tema que nosotros los psicólogos vemos muy a menudo. Uno se desensibiliza ante el dolor ajeno, ante la injusticia, ante los horrores, cuando estos son tan habituales que comienzan a formar parte de nuestra vida. Una que ya es sexagenaria, como bien saben pero no volveré a repetir, recuerda cuando en "sus tiempos" (Jesús esto era lo que decía mi madre) en la televisión decían la frase siguiente ante una escena especial: "les avisamos que las escenas que van a ver pueden herir la sensibilidad del espectador"... y entonces tú apagabas la televisión, mandabas a los niños fuera, porque a lo mejor veías una violencia extrema, alguna muerte (de lejos, claro). Bueno pues esa frase ya no la dicen. ¿Para qué? Ahora podemos comer mientras vemos como le cortan la cabeza a alguien, cadáveres por doquier, inmigrantes hacinados o maltratados, etc...

Estamos totalmente desensibilizados ante la crueldad ajena y para qué hablar de la injusticia o la corrupción. Lo que antes nos escandalizaba ahora ni frío ni calor. ¿Que sale el ministro diciendo que es mentira? Pues ya sabes que es verdad y que tiene su patrimonio, vaya usted a saber con qué origen, en Jersey o en cualquier otro paraíso fiscal. ¿Qué Mario Conde, la cabeza pensante de España, el número 1 en su promoción, etc, etc, tiene 14 milloncejos ocultos y dice que lo puede explicar? Pues eso, ni me inmuto, porque sé que serán de lo que robó en Banesto. ¿Que las manos limpias están más negras que el carbón? Pues nada.

O sea que ya pueden decirme lo que sea de quien sea que les juro no pondría la mano en el fuego por absolutamente nadie, bueno vale, por mí sí, más que nada porque no tengo dinero que esconder y porque tengan seguro que de tenerlo no sería en Jersey, que me parece una cutrez, si no como mínimo en las islas Caimán o Vírgenes que tienen más glamour y así pues me iba de vez en cuando con bolsas llenas de billetes de esos de 500 que nadie tiene y a los que son tan aficionados los Pujol. Esos que por cierto también eran muy austeros y tacaños y para no viajar lejos solo se llevaban los billetes a Andorra.

Y ahora que hablo de los Pujol. Oigan ¿es que la justicia en Cataluña es distinta al resto de España? Porque yo aún no he visto a ninguno de ellos en la cárcel, y me da la impresión de que deberían estar en la trena todos, pero todos ellos, empezando por el patriarca y la matriarca (que tiene pinta de ser mala, mala), más que nada para que no destruyeran pruebas (que por cierto donde andarán ya, estando sueltitos por la calle como tantos otros delincuentes), lo que me lleva a pensar que eso de que la justicia es igual para todos es otra mentira gorda gorda ante la que por cierto, sepan, yo estoy ya totalmente desensibilizada. Vamos, que no hay nada que me haga abrir la boca de asombro, ni siquiera oigan, que los muertos de Gijón formen parte del censo de un congreso anulado por segunda vez y aquí no se pidan responsabilidades de ningún tipo y dejen a la militancia boquiabierta. Yo nada, lo sabía.

Aquí las dimisiones no existen, los culos pegados con Loctite, los de unos y los de los otros, Gijón, Oviedo, Granada, Andalucía y los Eres etc, etc... En fin señores y señoras, desensibilícense que dejará de dolerles el estómago y tener náuseas, la desensibilización y el pasar de todo es la mejor cura contra las arcadas.

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