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Profesor de Geografía e Historia

Europa debe avanzar

España tiene que aprovechar las grandes inversiones realizadas en infraestructuras

El día de Europa, 9 de mayo, ha pasado sin pena ni gloria en esta edición de 2016. Hay una sensación extendida en nuestro continente de crisis económica y crisis de la idea política de Europa en un contexto de crisis global. Son percepciones objetivamente erróneas en su gran mayoría, aunque de gran impacto mediático. Lejos de haber una crisis general o de la globalización, el mundo está creciendo en las últimas décadas por encima del 3% anual de PIB. China e India, las dos naciones más pobladas del planeta sumando 2.500 millones -un tercio de la población humana- están despegando desde la liberalización de sus economías, basadas en la industria, el consumo y el comercio. Según las estadísticas oficiales en los últimos 25 años, desde el colapso del comunismo político, tras el fracaso y disolución de la Unión Soviética (URSS) y el Pacto de Varsovia, y de las economías estatalizadas, la pobreza severa se ha reducido del 50 al 35% de la población mundial. Por la otra cara de la moneda, en los EE.UU. con PIB anual de 17 billones de dólares, una renta per cápita (riqueza por persona) de más de 50.000 dólares, 5% de paro y sueldo medio de 3.000 dólares mensuales, ¿alguien puede pensar que están en crisis o se va a colapsar al año que viene? Y menos mientras lanza tuits contra las multinacionales en vaqueros, con coca cola y desde su iPhone. Aunque traten de tergiversarlo, el pasado no se puede cambiar, y lo absurdo es pensar que el futuro de libertad y progreso se va a construir resucitando la URSS en Venezuela o en España.

Con relación a la Europa económica, poca crisis actual hay en Alemania u Holanda cuando también tienen el 95% de la población activa empleada y casi 40.000 euros de renta per cápita anual. La crisis ha sido más grave y prolongada en el sur de Europa y sigue siendo en Grecia, a pesar de los dos rescates financieros ingentes por la Unión Europea, para poder tapar sus abismos de déficit y deuda pública y rescatar a su gente, es decir para poder pagar los sueldos a los funcionarios griegos y las pensiones de los jubilados griegos. ¿Por qué los sirios que huyen de la guerra civil entre la dictadura socialista de Assad y el extremismo islamista del IS van hacia Alemania, en vez de hacia la Arabia Saudí musulmana y más cercana? ¿La culpa de estas migraciones masivas es de la perversa Europa democrática y capitalista? Hay que considerar además que la actual economía social de libre mercado, aún con muchos defectos que mejorar, ha evolucionado bastante respecto al capitalismo del siglo XIX, en el cual sin embargo los europeos con la industrialización no solo no se empobrecieron, sino que la renta per cápita de sus habitantes se triplicó (seis veces más de PIB para el doble de población), y en 1.900 tenían agua corriente, luz eléctrica, alfabetización, vacunas... La Europa plural y cordial es hoy en día un gigante económico y un enano político. Ha tenido que venir el presidente norteamericano Obama a Londres a decirnos que prefiere una Europa unida y fuerte a otra dividida y débil, que prefiere un interlocutor en vez de veintiocho.

El próximo 23 de junio votarán en el Reino Unido sobre el "Brexit", su posible salida de la Unión Europea de los 28. Ya están en Europa a la carta, pues de momento ni han adoptado el euro como moneda ni se han sumado al espacio Schengen sin fronteras, y tienen un cheque especial que les libra de determinados gastos sociales continentales. Y si Europa es tan opresora, ¿cómo es que han elegido democráticamente como nuevo alcalde de Londres a un musulmán? ¿Se imaginan un alcalde cristiano de Riad (Arabia Saudí) o Teherán (Irán)? La libertad y la prosperidad son las banderas de Europa, y por tanto las fronteras y el estancamiento los anacronismos a superar. El éxito de la cooperación en Europa occidental en la segunda mitad del siglo XX es rotundo y significativo, frente a las dos devastadoras guerras europeas y mundiales de la primera mitad de la centuria. Para España la Unión Europea ha sido una bendición, sobre todo en infraestructuras, algunas sobredimensionadas. Después de entrar España y Portugal en 1986, algunos años hemos tenido un billón de pesetas de saldo financiero favorable. Por decirlo coloquialmente, el dinero de los alemanes se iba las primeras décadas para los agricultores franceses, las siguientes ha venido para los agricultores y autovías españolas, y ahora se va a Polonia. La crisis política no se va a encauzar con menos Europa, sino con más Europa, cuestiones a debatir en qué medida Rusia o Turquía son civilización europea, o si la Europa del siglo XXI debe ser confederal, federal, integral o qué otra cosa.

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