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La esquina

Una estación en vía equivocada

Gijón bien puede ser puesto como ejemplo de la crisis del ferrocarril convencional. Las cifras de la pérdida de viajeros provocada por el cambio de sede de la estación ferroviaria facilitadas ayer por este periódico son demoledoras: un millón de viajeros menos por el traslado de la estación desde el céntrico Humedal al menos céntrico final de Sanz Crespo. Ochocientos metros de distancia, se nos dijo en su día, que son muchos para el final o comienzo de un viaje. Los viajeros caen y en su caída arrastran a los trenes de cercanías, con destino a Oviedo. Y así, entre unos y otros, el servicio ferroviario, tan arraigado en la historia de Gijón, va entrando si no en vía muerta, sí en vía equivocada. Los datos son tremendos, y la esperanza de remediarlos, escasa. No hay interés en las parcelas del plan de vías y sin la venta de los solares no habrá nueva estación, necesaria para la recuperación del tren. Malos tiempos para los trenes, nuestros trenes.

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