Ante las recientes declaraciones del presidente de la Federación Asturiana de los Deportes Aéreos me gustaría intervenir como federado de parapente. El conflicto actual es de empresas de turismo activo que son totalmente ajenas a las prácticas deportivas del vuelo en parapente.
La situación actual está motivada por una serie de desencuentros y falta de flexibilidad entre las partes implicadas que no vienen al caso ahora. El señor Orviz, que jamás ha volado en parapente, que no tiene ningún conocimientos de esta actividad ya que es aeromodelista y piloto de drones, se atreve a valorar la actividad de algunas empresas, sin citar nombres.
Habla de descerebrados, creo que de oídas, omitiendo cualquier principio de prudencia. Lo que no dice el señor presidente es que ha maniobrado para excluir a la mayoría de los clubes de parapente y poder presentarse a la reelección sin oposición.
Que la situación actual de cuarenta federados de parapente, entre los que me incluyo, está motivada por su gestión y que el año que viene se verá reducida a la mitad. Que si de verdad le preocupase algo el parapente profesional, sin ser de su ámbito de competencia, asesoría al Principado sobre cuáles son los apartados que tendrían que revisar, además de licencias y titulaciones, como es que las velas han de pasar periódicamente unos test de porosidad y que los equipos a utilizar estén debidamente homologados a nivel europeo.
