Acaban de dar por concluidos los actos que conmemoran el 125 aniversario del Colegio Inmaculada. El colegio que fue fundado en 1890 (quince años antes que, por ejemplo, el Sporting) forma parte de la historia de Gijón y son legión los alumnos que en sus ya incunables aulas se han impregnado del buen hacer y del talante de los S. J.
El cura Bardales, que estuvo con ellos en Carrión de los Condes, solía decir: "Con los jesuitas me encuentro en buena compañía". En mi condición de antiguo alumno quiero, amén de dar las gracias a tan insigne institución, en la que pasé diez maravillosos años de mi vida, pedirle a la Virgen del Colegio que siga manteniendo el fuego sagrado de esta cantera inagotable de "hombres y mujeres para los demás". Finalizo con un recuerdo a un compañero, amigo y hermano que no tuve, Chema Cabezudo, a quien el colegio le debe una placa (esa sí tendría sentido) por su trayectoria, abnegada dedicación y méritos contraídos.
