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Tormenta de ideas

La niña de Rajoy

La vaguedad de los mensajes de las campañas electorales

Estamos en campaña. Y claro, ya queda poco, más bien nada, para que podamos ejercer (el que quiera) su derecho al voto entre un amplio abanico de posibilidades. Así que aquí me tienen, como la niña del exorcista, dando vueltas a la cabeza, viendo campañas, programas... para poder tener cierta idea, aunque si les digo la verdad he visto que no hay nada nuevo bajo el sol. Eso sí, todos han pasado dos días y dos noches (castas supongo) con Susana Griso y han hecho gracias con las hormiguitas, más que nada para que veamos que son personas de carne y hueso, algo que algunos habíamos empezado a dudar.

En los videos y programas he visto a Mariano el "andarápido" que se recorre España de esa guisa, y no acabo de entender muy bien por qué, o que es lo que nos quiere decir. ¿Que hay que andar muy deprisa para que todo vaya mejor? ¿Que el deporte es muy sano? Sinceramente creo que lo que debería hacer es echar, no "andandorápido" sino volando, a sus asesores tanto de campaña como de comunicación, que válgame Dios qué fracaso.

Me encuentro con Ciudadanos haciendo un polígrafo a Toni Cantó: soso, no me dice nada. Veo el vídeo del PSOE y me hace gracia, aunque se mete con el catálogo de Ikea-Podemos, para luego querer estar a partir un piñón, que son cosas que una no entiende. Y llegamos a lo genial, sí, hijo, sí, ya sé que siempre acabo hablando de Pablo, se llama Pablofilia, pero tu comprenderás que una está mayor y se me acaban las ideas después de 15 años dándole a la tecla, y es que Pablo es una fuente perenne de inspiración. Pues verás, es que andaba yo con esto de los programas y vi el de Ikea-Podemos, me pareció una monada y allá voy a cogerlo, pero hete aquí que había que pagar 1,80 y además se había agotado.

Me pareció de una desfachatez total pagar por un progama que ya lo pagamos todos con las subvenciones a los partidos y las segundas elecciones, que nos cuestan un riñón, y el hecho de que se hubiera agotado me alerta de dónde salió el dinero de Pablo y su pareja Irene Montero para meterse entre pecho y espalda una caldereta de langosta (la misma que decía que comían los pijos) a 160 euros por cabeza en un restaurante pijo mallorquín. Hete aquí que los catálogos, mire usted, igual sirven para algo. Que les quiten lo bailao (lo jalao). Luego veo el logo, que me tuvo que jurar el padre de mis hijos que llevaba corazoncito dibujado en el Unidos Podemos (que por cierto hay polémica porque a ver por qué demonios escriben "Unidos Podemos" y no "Unidos y Unidas Podemos"? Ay, yo es que me parto).

Pues eso, que no daba crédito a que de verdad llevara un "cuore", que vamos que si lo hago yo me sacan coplas. Pero aún hay más, porque va y resucita a la niña de Rajoy, que anda que no nos descojonamos ni nada de ella; y como creció, pues ya es toda una moza y, claro, Pablo la llama Esperanza y es la que nos pide el voto, escribiendo una carta melodramática a sus papis, mas cursi que las amapolas. Y es que entre chicas anda el juego, que en las elecciones pasadas era la Valeria de Pedro Sánchez que me la paseó por toda España, y esta pues toca Espe (cualquier parecido con la otra es mera coincidencia).

O sea que reir me estoy riendo un rato largo. Lo malo de todo esto, digo yo, es que con todas estas sandeces nos estamos jugando el futuro del país y esto es mucho más serio, lo que pasa que entre unos y otros ya no saben cómo engañarnos, unos para quedarse en el sillón y otros para ponerse ellos. Posiblemente Esperanza, Valeria, la niña de Rajoy y la madre que las parió acabarán siendo terroríficas para España y convirtiéndose en la niña de la curva, que puestos ya a salir en programas así, se iban todos a Cuarto Milenio. Que no crean, tiene mucha audiencia. Podían participar como fantasmas, que les iba que ni pintado. Hartita, hartita me tienen.

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