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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Demasiado enfadados

Los enojos que en algunas formaciones políticas ha provocado el resultado electoral

Si nos dejamos llevar por la cosa dominante tocaría hablar de las elecciones de este domingo pasado y sus llamativos resultados que lo son un poco más porque durante las semanas anteriores los sondeos previos indicaban resultados algo diferentes. Los más enfadados son los de Podemos, que esperaban otra casa, no se sabe si una escalera directamente a las nubes del poder o que los hicieran emperadores del mundo. Se quedaron terceros -que es muy buen resultado para llevar un escaso par de años en el foro político- y sus caras largas hacían parecer que les habían robado la cartera. Paradójicamente, el resto del cuerpo electoral que no quiso saber nada con ellos respiró aliviado por esta circunstancia porque no quería a los de Pablo Manuel Iglesias en el poder ni aliados ni sin aliar con los de IU. Las elecciones las ganó el PP, aunque sin mayoría suficiente para nada, ni para formar gobierno sin apoyo de terceros, pero con un crecimiento sobre el pasado diciembre. La peculiaridad de que para unos cientos de miles de electores parezca no importe la corrupción rampante de este partido es también digno de ser tenido en cuenta.

Una parte de entre los más exaltados podemitas en su enfado, achacan la "culpa" de no haber ganado a los votantes de una cierta edad, es decir, según ellos habría que impedir el voto cumplida una cierta edad. Estos brotes tan poco democráticos significan que, de cumplirse sus deseos, sólo tendrían acceso a las urnas aquellos que potencialmente fueran sus partidarios, lo cual los convierte en dignos partidarios de un sistema tipo dictadura bananera, personas, en definitiva, con unos sentimientos democráticos cuya calidad deja mucho que desear. En lugar de sonrisas, han repartido malas caras y algún exabrupto. Tampoco sus dirigentes parecen haber asimilado lo que ellos consideran un tortazo electoral y su secretario de organización compareció para contar precisamente eso: que no lo entendían y que tenían que hacer estudios "científicos" a ver si lograban explicárselo.

En nuestro pueblo, los de Podemos, como el resto de sus correligionarios, tampoco se o han tomado muy bien y su secretario general local la emprendió contra los socialistas, sin esperar a mayores consideraciones. Su campaña electoral fue sucia y, en justa reciprocidad, los votantes les han respondido apartándoles un poco más del poder que en el anterior 2º de diciembre. Quiere ello decir que hay Moriyón hasta el final del mandato porque los hilos de conexión entre el PSOE de la villa marinera y los de morado están cortados, por mucho que el animoso edil de IU, Aurelio Martín, crea que aún se pueden tender puentes. Pues como no los haga en su casa con palillos para entretenerse, lo tiene claro.

Aquí la vida seguirá igual: la caritativa cirujana irá a San Pedro para oír misa y hacer de monaguilla en la bendición de las aguas. Otra persona animosa de la localidad, José Luis Iglesias, presidente de la asociación "Asturias Laica", clama allá donde se tercie para que las instituciones locales no asistan como tales a ningún tipo de acto confesional, pero los de Foro siguen sin atemperarse a los tiempos que corren y se empeñan en que integrantes de la Corporación asistan, en calidad de tales, a misas y procesiones. Han llegado a pedir que el día de San Pedro no sea fiesta local en Gijón y que la celebración se traslade a otra fecha. Rápidamente, el concejal Couto ha salido a defender el actual estado de cosas. Curiosamente, su argumento es que se trata de algo tradicional, cuando, en realidad, tal tradición no es tal ya que poner como festivo el 29 de junio es cosa de la alcaldesa Fernández Felgueroso a instancias de algún grupúsculo sin mejor cosa que hacer. Y así estamos. Ojalá que "Asturias Laica" persevere hasta conseguir que ni el Ayuntamiento mande representantes a misas y demás actos religiosos y que San Pedro deje de ser festivo en esta villa que, por cierto, tiene otro tipo de preocupaciones mayores.

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