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Musicólogo

Robert Plant: rock sin paliativos

La voz de "Led Zeppelin" ofrece un espectáculo lleno de clásicos

Era martes, pero se trataba de Robert Plant (la voz de la mítica banda "Led Zeppelin") y en el Palacio de los deportes parecía fin de semana. No era para menos, el británico es historia viva del rock, una figura que entra en la categoría de leyenda, pero que el martes reivindicó su presente interpretando canciones de su larga carrera y demostrando su buena forma en lo vocal. Los temas sonaron más lentos, los tonos estaban más bajos que en los discos, pero después de una vida de escenarios la voz de Robert Plant sigue sonando a buen rock. A su lado, su última formación, "The Sensational Space Shifters", sonaron como un cañón: contundencia cuando era necesario y maestría con banjos, acústicas y percusiones para aderezar especialmente la vertiente folk y world music. El pabellón sigue siendo un mal sitio para hacer conciertos, pero el resultado en esta ocasión no fue especialmente malo.

Cincuenta años de trayectoria dan para mucho, y ayudan a madurar un estilo personal que ya era reconocible desde los primeros discos de "Zeppelin". Hubo mucho blues-rock y folk-rock, mucha épica con exhibiciones vocales sobre tiempos medios echados para atrás, pero sostenidos por un tren de guitarras constante y con mucho peso. Esta fue la tónica, por ejemplo, de "Black dog", el primer clásico del grupo inglés que despertó a un público que hasta ese momento disfrutaba sosegadamente de los despliegues musicales de las canciones. Y es que los temas fueron en general largos y casi siempre contaron con desarrollos en los que se alternaban solos de guitarra de blues, pasajes hipnóticos de psicodelia y guiños a tradiciones musicales de otras latitudes, no podemos olvidar la constante atención de Plant a las músicas populares o folklóricas durante toda su trayectoria.

Después del huracán de "Black dog", los ánimos se calmaron (se congelaron casi) con la apacible y acústica "Go your way my love". Pero pronto volvería el blues, con una celebrada versión del "I just want to make love to you" de Willie Dixon, y no tardarían en llegar, ya en la recta final, los esperados "You need me" o "Whole lotta love", con su característico riff de guitarra. Fueron sin duda los grandes momentos para gran parte del público que pudo cantar junto a Plant los archiconocidos estribillos de estas canciones. En los bises, como viene siendo habitual en esta gira, sonó "Rock & Roll", otro clásico de "Led Zeppelin" que puso patas arriba el pabellón. Plant quería dar por cerrado el concierto en este punto, pero la insistencia del público consiguió que volviera a salir para dar una más. Así llegó el final del concierto más internacional del verano en la ciudad, la voz de los "Zeppelin", que sigue estando en buena forma y que parece estar decidido a continuar unos años más sobre los escenarios y publicando nuevos trabajos. Desde luego, calidad le sobra para ello.

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