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Profesor de Geografía e Historia

Historias sectarias

Una bienvenida a Oviedo a la Feria de Muestras de Asturias en Gijón, que nunca debió abandonar

Se celebrará el próximo 3 de agosto de 2017 el 525 aniversario de la partida de Palos (Huelva) de las tres carabelas de Colón y los pinzones que descubrieron América el 12 de octubre de 1492 queriendo llegar a las indias orientales por el Atlántico. Ello según la historiografía oficial, pues ya sabemos que determinados nacionalistas catalanes suponen que Colón era catalán -como incluyen a Leonardo da Vinci, Cervantes o Teresa de Jesús...- y que aquel viaje salió de Cataluña.

En diversos países iberoamericanos, tradicionalmente en México y ahora en la órbita de la Venezuela chavista, está de moda hablar en vez de descubrimiento de encuentro y expolio, denigrando lo español y ensalzando lo indígena. Incluso algunos van más allá y hablan de exterminio por los conquistadores europeos opresores. Cierto que toda colonización incluye guerras y abusos, también la de Hispania por Roma, además de avances y retrocesos de civilizaciones. Lástima el detalle, para su justiciera y revanchista versión de la historia, de la evidente realidad racial actual, con el predominio de mestizos tanto en la región mejicana como en la andina; siendo el mestizo cruce de blanco e india, prueban que los blancos no aniquilaron a las indígenas, al contrario, tuvieron hijos con ellas. Por otra parte si en 2017 los independentistas quieren desconectar de España (¿y seguir conectados a Europa, España no está en Europa?); entonces, ¿por qué reivindican la catalanidad de gestas hispánicas como el Descubrimiento de América o el Quijote?

El localismo y el paletismo no pueden llevar muy lejos a medio plazo, por mucho que se afanen en contar la historia de manera caricaturesca o populista para justificarse. Otra polémica actual es cambiar el nombre de las calles; están en ello por ejemplo en Madrid o en Oviedo. Sería loable si tuvieran unos criterios objetivos y consensuados, por ejemplo quitar el nombre de personajes violentos o sectarios y sustituirlos para honrar a personajes meritorios en las alcaldías, ciencias o deportes. Sin embargo, más bien parece se trata de cambiar los nombres de personas de derechas por personas de izquierdas. Un caso llamativo y grotesco lo tenemos en Gijón, con amplia avenida dedicada a Carlos Marx, sin relación histórica personal con Gijón que sepamos, y profeta de la lucha de clases, guerra civil y dictadura del proletariado: ¿Cómo va a ser la libertad y el progreso de una sociedad la guerra civil entre propietarios y no propietarios? Por no enredarnos con Carrillo y los fusilamientos masivos sin juicio alguno en 1936 en Paracuellos. Y en esto sale Baltasar Garzón, al que echaron de juez por prevaricar, que pedía en el siglo XXI el certificado de defunción del dictador Franco para saber si estaba muerto o le podía juzgar, candidato nº 2 con Felipe González del PSOE y después juzgador de los casos del PP, a darnos lecciones de ética, ecuanimidad y entierros en el Valle de los Caídos. ¿Realmente su objetivo es la memoria digna de las víctimas y la reconciliación, o su protagonismo personal como "lumbreras" de la progresía?

Seguimos con el hilo del localismo y el sectarismo, en esta ocasión por contra parece que superados para bien. Se trata del retorno -nunca debieron abandonar su espacio de colaboración y proyección- del Ayuntamiento de Oviedo a la Feria Internacional de Muestras de Asturias en Gijón, en el recinto Luis Adaro junto al riachuelo Piles, entre los próximos 6 y 21 de agosto de este 2016. Es entendible la rivalidad entre Oviedo y Gijón en determinados aspectos, por ejemplo el futbolístico, pues de hecho Asturias -como Galicia con Coruña y Vigo- es en gran parte una comunidad bicéfala. Pero esta sana rivalidad en no debe ser lastre ni guerra civil, sino cooperación y complementariedad en beneficio mutuo, ahora que se habla mucho y se hace poco sobre el desarrollo del área metropolitana asturiana central. Más aún, deberían afanarse el gobierno del Principado y la autoridad de la Feria de Muestras gijonesa en atraer mayor representación de nuestras comunidades vecinas, qué mejor que un pequeño pabellón propio para Galicia, otro para Cantabria y otro para Castilla y León, a cambio por ejemplo de un pabellón de Asturias en la Feria de Muestras de Valladolid en septiembre (ferias de San Lorenzo) y otros eventos similares.

El otro vértice que falta en el cuadrado del noroeste ibérico es Oporto, con más dificultades de comunicaciones por los obstáculos montañosos, menos significativos no obstante en la Europa del siglo XXI y la era de las telecomunicaciones. Según siembres oportunidades, así cosecharás resultados.

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