Era cuestión de tiempo que sucediera, y ya ha sucedido. El solar del plan de vías, libre como los pajarillos del campo, ya ha sido escenario de fiestas vecinales y ahora se convierte en sede de "los caballitos" llegados a la ciudad de Gijón con motivo del Festival de la Sidra. Los que ya vamos mayores recordaremos, sin duda, los tiempos de las barracas en El Humedal, bien cerca de donde se han instalado ahora. Un solar tan amplio, tan llano, tan céntrico, es normal que levante las apetencias de cualquiera que organice actos públicos. Gijón ya tiene su solar de usos múltiples en el que lo mismo caben las barracas, que las verbenas, que unas carreras de cintas o unos partidos de fútbol de veteranos. El solar se ha presentado en sociedad para deleite del pueblo que se ha encontrado con una superficie envidiable e inesperada. Los pisos no llegan, pero los usos múltiples ya han llegado y a la vista de las circunstancias para quedarse.