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Profesor de Geografía e Historia

Tareas desde septiembre

Entre récords y lastres, enfermos mentales y contaminación siderúrgica

Los hoteles gijoneses alojaron a 43.000 clientes en julio de 2016, por 50.000 en julio de 2015 (retroceso de más del 10%), mientras tanto los hoteles asturianos en conjunto recibieron a 236.000 clientes por 225.000, con un 5% de estancias más entre tales meses. Estamos comprobando como el turismo en julio en Oviedo capital pero interior crece, sin actividad universitaria, además de superar a Gijón costera, mientras en la villa de Jovellanos, con la "Semana negra", mengua. Naturalmente que nos alegramos del progreso de nuestros vecinos, pues el crecimiento de cada parte sumará en beneficio del global, lo que echamos en falta es un análisis de por qué Gijón, pues presuntamente debería ser más comercial, hostelera y turística en verano, no solo no crece más sino que en determinados apartados se estanca o disminuye.

Ya sabemos que hay cuestiones estructurales y coyunturales que parecen un concurso de absurdos: la estación intermodal sin vías -ni calendario ni presupuestos-, la playa de san Lorenzo sin apenas arena seca, y este año se han sumado los estrambóticos fuegos artificiales invisibles: una traca inicial -sin viento, previsto desde hacía una semana- para llenar todo de humo. Seguimos sin saber qué plantean la Alcaldesa y el concejal de Turismo sobre el arreglo de la playa de san Lorenzo: ¿comparten la opinión del clan del Observatorio: que tiene mucha arena seca, o tiene más que antes, o tiene menos pero se va a arreglar sola? Tres ámbitos clave para impulsar el turismo y el empleo en Gijón son el arenal de la playa de San Lorenzo, el espacio del antiguo Naval Gijón y la Universidad Laboral (de competencia autonómica).

Ha consternado a la opinión pública asturiana estos días el crimen brutal en La Barraca de Grado del médico jubilado Francisco Crego, por el cual se ha detenido como presunto autor a su vecino Daniel J.J., alias "El Araña". Después se ha sabido que esta misma persona en 1995 estranguló con un cable a otro jubilado, a quien dio por muerto llamando por teléfono a Protección Civil simulando ser otro, por lo cual cumplió 14 años de prisión, y que en otra ocasión intentó apuñalar a su hermana. Si es así, todo apunta a que se trata de un desequilibrado mental grave. ¿Debe volver a quedar en libertad después de varios años en la cárcel? Es una cuestión compleja, y probablemente difícil de determinar dónde termina el egoísmo y empieza la paranoia, y cuándo un enfermo mental está rehabilitado o puede reincidir. Uno de los problemas puede ser que somos muy progres y muy guays porque ya no hay "manicomios". Pero parece que ahora los enfermos mentales graves en vez de estar en sanatorios psiquiátricos están en las cárceles, delito contra otras personas por medio. La pregunta es: ¿dónde deben estar los enfermos mentales graves, tranquilamente por la calle, en las cárceles tras agredir o tratados y vigilados en sanatorios psiquiátricos? Es falsa la premisa de Rousseau según la cual todo hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad le corrompe. Hay personas enfermas, y entre ellas un porcentaje más o menos pequeño de enfermas mentales graves, y más o menos grande que, según las circunstancias, en vez de razonar se obcecan.

Otro tema de candente actualidad es la reforma de las baterías siderúrgicas de Arcelor-Mittal. Naturalmente hay que compartir la preocupación de la Plataforma Contra la Contaminación en Gijón por los impactos negativos para el medio ambiente y la salud humana, ocurre sin embargo que con frecuencia lo ideal, si utópico, es contraproducente respecto a lo bueno y factible. Es la típica polémica entre el revolucionario y el reformista. El revolucionario quiere cambiar las cosas radicalmente y cambiarlas ya, mientras el reformista quiere irlas cambiando parcialmente y por etapas, ¿Cuál es mejor o peor? Depende de la gravedad de los males y de las soluciones posibles, pero en general las posturas reformistas dan a medio plazo resultados históricos más positivos y duraderos. Ya decía Aristóteles que la virtud está en el justo término medio. Parece por tanto más prudente y moderada la postura de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV), que rechaza exigir a Arcelor realizar una obra completamente nueva y mucho más cara para ir hacia contaminación cero, -como telón de fondo tenemos 90.000 parados en Asturias y la competencia del acero chino más barato-, si según se apunta hablamos de un coste de 134 millones o 400 millones de euros. En cualquier caso lo que hay que contrastar es la contaminación anterior y posterior prevista con las obras de mejora y plantear, más allá de un avance técnico en materia de productividad siderúrgica, una reducción significativa de la contaminación, mínimamente aceptable.

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