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Profesor de Geografía e Historia

Frivolidades

Lo que ocurre cuando egoístas charlatanes se olvidan de contrastar datos y argumentos

Las declaraciones tremendamente desafortunadas, más bien desvaríos, del presidente de la Liga de fútbol señor Tebas y de los presidentes del Villareal y Rayo Vallecano sobre Marcelino, el entrenador asturiano del Villareal, equipo al que clasificó entre los 4 primeros en el campeonato anterior, destituido justo antes de empezar la competición en la actual temporada; acto seguido el club castellonense es eliminado de la Champions europea. Le acusan de haber adulterado la competición por alinear en el último partido -que ganó el Sporting de Gijón salvándose-, con el equipo ya sin posibilidad de mejorar la clasificación, a jugadores habitualmente no titulares, pero obvian decir que en las jornadas anteriores hizo lo mismo con el propio Rayo Vallecano, Deportivo y Getafe. Dice Tebas que él es del Real Madrid y su mujer no pone tuits como los de la mujer de Marcelino. Hasta donde sabemos, y más en un Estado de derecho democrático, cada persona es responsable de sus actos, no de los comentarios de sus familiares en la televisión o en las redes sociales. Y para culminar los desatinos, el presidente del Rayo Vallecano compara a Marcelino con un piloto loco que estrelló el avión matando a 150 personas. Ni Marcelino mató a nadie, ni siquiera perjudicó en nada ni al Villareal ni a sus propios jugadores, ni las derrotas del Villareal ante " los" (plural) implicados en el descenso las últimas jornadas perjudicó comparativamente a "uno" de ellos especialmente. Qué fácil es echar la culpa de los errores propios a los demás; excusa en fútbol si tu equipo no chuta, decir que no gana el partido por causa del fallo del árbitro.

En cuanto al nombre del estadio del Molinón, claro que cualquier aficionado del Sporting está en contra de cambiar el nombre tradicional al campo por un millón de euros más o menos. Muchas cosas, luego se quejan si las encuestas políticas fallan más que una escopeta de feria, depende como se pregunten, o precisamente se preguntan de una determinada manera para sondear o tratar de influir a la opinión pública. A efectos prácticos, ¿qué más da que el campo se llame Santiago Bernabéu o Bernabéu Zara? Si el equipo tiene mucho dinero para fichar buenos jugadores y competir mejor, no hacen falta más ingresos. Si el dinero viene bien para mejorar el equipo, pues bienvenido sea, siempre que hablemos de matizar y no de sustituir el nombre del Molinón, y el acuerdo sea plurianual. Por otra parte, siempre he sostenido que es mejor fichar cinco jugadores buenos que diez regulares. En cuanto al aforo: ¿cuál es la cabida real de entradas para vender? Si frente al Athletic de Bilbao parecía estar casi lleno el estadio, y que solo había dos o tres mil huecos, dicen que el aforo es de 30.000 y que había 25.000 personas de pago, ¿regalan 3.000 entradas o invitaciones o es que en realidad caben 28.000? Con 24.000 socios y lista de espera para nuevos abonados, otra posibilidad que habrá que considerar, si el equipo se consolida en Primera división, es ampliar el aforo elevando la tribuna oeste a la misma altura que la tribuna este, lo cual redundaría es un aumento estable de los ingresos sin depender casi exclusivamente de la televisión.

Siguiendo respecto a opiniones frívolas, esta semana hemos tenido el caso de las manchas marinas en la costa oriental gijonesa, en principio atribuidas a fugas en el emisario submarino de Peñarrubia, que han provocado el cierre al baño de alguna pequeña playa. Pronto hay quien se ha lanzado a pedir dimisiones, no se sabe de quién ni por cuál responsabilidad en concreto. Ahora dicen que se trataba de algas y medusas, no tóxicas para el baño, aunque resulten antiestéticas o incómodas. Por supuesto hay que estar muy vigilantes y diligentes con las fugas del emisario submarino (ex aguas fecales vertidas mar adentro), pero ello nos lleva a ver cómo, influidos por las televisiones y redes sociales, mucha gente se lanza a opinar y soltar suposiciones y ocurrencias sobre la cuestión candente, para después informarse sobre el tema. Ello pasa sobre todo con la economía. En vez de leer y contrastar libros marxistas, socialdemócratas, conservadores, liberales?, y después plantear cuestiones ponderadas, tras de leer un par de libros marxistas ya hay quien se cree capacitado para sentenciar sobre el éxito del comunismo y de la Unión Soviética, y el fracaso del capitalismo y la Unión Europea en la segunda mitad del siglo XX, pretendiendo adaptar la realidad histórica a sus prejuicios "ideológicos" (más bien "dogmáticos"). Sería mejor hacerlo al revés: primero estudiemos los datos y los argumentos, y después vayamos desarrollando las conclusiones y las propuestas. Es la diferencia entre inteligentes y charlatanes.

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