Resulta que en Porceyo reside un galáctico de la ganadería. "Emilio" se llama el ejemplar considerado como un estrella de la raza frisona. Ahora mismo el toro, que no está enamorado de la luna, es una especie de símbolo del Gijón moderno. Siempre fue éste un concejo vinculado al agro y a la ganadería, y ahí está la cita de Agropec como nexo de unión con el pasado. Luego la industria pudo con todo. Pero ahora Gijón apuesta por el futuro con la Milla del Conocimiento, con los proyectos que salen de la Escuela Politécnica o del Parque Científico y Tecnológico. Y la apuesta se extiende al ganado, en el que "Emilio" se ha convertido en el puntal de la ganadería moderna, de la que busca las mejoras de todo tipo y la que se extiende por todo el mundo. "Emilio" es el futuro de la ciudad que quiere subirse al carro del desarrollo tecnológico, y se sube como demuestran la calidad del ejemplar frisón y otros pasos dados en la buena dirección.