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El rictus que te queda

Al saber lo mal que está todo en Asturias, menos el turismo, Gondán, Arcelor... y los señores Menéndez en Madrid, y Masaveu en Suiza...

Al saber que el talludo, y todavía aspirante a todo, señor Feijoo de Ourense, por fin, se ha decidido a plantar un hijo -como yo anuncié junto a su boda- para repoblar el bosque gallego -y cumplir con el sacramento de la santa madre Iglesia-..., que el bendito padre Fraga no le permitiría otra cosa.

Al ver por foto que el arzobispo de Oviedo, que a todo el clero diocesano a su mando mueve, ha enviado como rector de la Iglesiona, antigua Residencia de los RR. PP. Jesuitas, a un Reverendo Cedrón, tan parecido, tan del mismo gesto, afable y cortés, y tan con la misma de sotana, cual si fuera el mismísimo Padre Mielgo, director de la misma hace más de 50 años, no salgo de mi asombro. Solo me falta escuchar aquello de: "A doña Hortensia no le gustan los sacerdotes sin sotana, ni que las chicas fumen y usen pantalones". Menos mal que en "Los Luises" del Padre Mielgo también escuché de boca del Padre Alejandro, famoso filósofo/teólogo jesuita, como el actual Papa y el arriesgado Mielgo: "El régimen de Franco no encaja dentro del Derecho Natural". (¡Naturalmente, Padre, como que era una dictadura!). Natural, pero toda una audacia muy penada en aquellos tiempos, lejanos, pero, sin embargo tan próximos in mente, en que el bendito padre Fraga lo era casi todo, menos casco y bueno.

Al pensar que no todo era entonces, como, por supuesto no lo es hoy, el ir a Covadonga a impetrar favores a la Santina: "fondos" con el gobierno regional el día de la fiesta política trufada de mitra y sermón; "goles" con el Sporting del amigo Fueyo, o el Oviedo azulón de mi nieto; o bendiciones para Camboya con la familia de los Figaredo...

Y al estar cierto, de que si todos los jeques petroleros fueran como el "Al Fala", que visita el Oviedo mateo, festivo y tricolor, que no usa ni turbante ni sotana, y que come, gasta, se alegra y canta bajo la lluvia, y además bebe -por la copa de la foto, puede que no fuera agua- el mundo iría mejor.

Se me queda un rictus..., Ya ven, como el de la foto.

¡Pa oricios, Alfonso!

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