La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tormenta de ideas

Diana

Cuando la libertad de expresión se convierte en una total intromisión en la vida privada

Es un claro reflejo de la sociedad en la que vivimos, ésa que hace de la libertad de expresión una total intromisión en la vida privada, ésa que filtra todo tipo de detalles sobre cualquier persona sin tener en cuenta el daño que se le puede hacer.

Hablo del circo mediático en el que se ha convertido la desaparición de Diana Quer, algo que me tiene perpleja tanto por las filtraciones de toda su vida, que ha pasado de ser anónima a ser conocida por todos, como por la pelea encarnizada que protagonizan sus progenitores cuando aún no saben si su hija está viva o muerta. Me horroriza pensar que todos podamos saber lo que pensaba y escribía esa niña. Sus whatsapps, todas sus conversaciones, sus fotos, sus novios, sus amistades...

Una lupa gigante que mira y juzga sin piedad, entorpeciendo además la investigación, que debería ser más que secreta. ¿Secreto de sumario? ¿Por qué no se busca y juzga a aquellos que divulgan datos personales que no deberían salir nunca a la luz? Yo a eso, qué quieren, también lo llamo corrupción. Existen personas dentro del ámbito de la administración de justicia, o de la policía o vete tú a saber, que están faltando a la ética más fundamental, que están dando carnaza (vaya usted a saber si vendiendo) a los programas de televisión, que están haciendo su "agosto" con esta terrible historia. Y yo, ya saben, se me abren las carnes. Porque la vida de esa niña no debería haber salido del ámbito privado y policial, porque sus padres nunca deberían haber hablado de ella, más que para pedir información, porque su asquerosa lucha por demostrar que uno es mejor que el otro, que es desgraciadamente lo que veo cada día, es lo que hace que niñas como Diana o como Valeria, vivan una adolescencia infernal.

Pienso en ella, no he dejado de hacerlo. Creo que no volveremos a verla viva, pero también pienso que si Dios quisiera que aún estuviera con nosotros, estaría viviendo esto como una auténtica pesadilla... ¿Ese papá que dice que tengo amistades bordeando lo ilegal es el mío? Es quien me tiene que ayudar y proteger, ¿por qué me hace esto? ¿Es mamá, la que me ha acunado de pequeña, quien está mintiendo sobre mí? ¿Por qué han fingido tanto presentándose como un matrimonio bien avenido desde el principio? ¿Y por qué ahora se hacen este daño y nos lo hacen a nosotras? ¿Por qué le hacen esto a mi hermana? Yo quizás ya no sufra las consecuencias de todo este horror, ¿pero ella? ¿Mi hermana? Estará marcada para siempre. Será la hermana de Diana Quer, una menor cuya vida también ha sido asquerosamente exhibida, pasando de madre a padre, o de padre a madre, que me da igual, disputándose la custodia y saliendo a la luz todos los trapos sucios de nuestra familia. Esto no es sano, esto no es normal. Quiero que paren ya, que se acabe todo esto. No quiero ser la estrella de este circo. Sólo quiero que me encuentren, pero sobre todo sólo quiero que me respeten a mí y a ella, a Valeria... Ellos son adultos, pueden pelear hasta la extenuación como han hecho siempre, pero nosotras no tenemos la culpa. Sólo somos unas chicas que han nacido en un sitio equivocado. Sólo eso.

Compartir el artículo

stats