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La esquina

La estabilidad que ocupa Gijón

La semana en la que el barullo político hispano hierve como nunca, la estabilidad que han parido las urnas gallegas y vascas es puesta como ejemplo de lo que necesita el Estado. Estabilidad es ahora mismo el objetivo político con el que sueñan los personajes públicos más responsables. Esa estabilidad que planea sobre la vida municipal gijonesa, por poner un ejemplo cercano, pues un grupo político en minoría es capaz de gobernar la ciudad en franca minoría, aprovechando las discrepancias, y hasta los odios, que afectan al resto de sus posibles rivales. A la vista de las circunstancias, no estaría de más que los responsables turísticos de la ciudad cursaran invitaciones para estancias de fin de semana de jefes de partidos estatales que analizaran cómo se logra la estabilidad en organismos públicos alejados de mayorías simples o absolutas. La añorada estabilidad se ha establecido en Gijón, rompeolas de tantas virtudes y defectos.

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