Anuncian otoño caliente en lo climático, y de momento lo estrenamos también intenso en lo escolar, futbolístico y político. Para no ser menos que otros años, arrancamos el curso escolar envueltos en la inestabilidad legislativa y la burocracia barroca, redundante y rimbombante. Recordemos en el cuarto centenario de su muerte que según Cervantes, quien por cierto firmaba Cerbantes con b, el ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha (en árabe, "La Seca"), se volvió loco es disquisiciones cuales: La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura? ¿Qué ley educativa estará vigente dentro de 4 años? ¿Habrá este año en 2º de Bachillerato una "Reválida", acaso calcada de la PAU suprimida, aunque académicamente inútil? Ahora vemos a padres/madres y políticos querer legislar sobre los deberes, y hasta proponen para noviembre una "huelga de deberes". Al margen de si el gobierno debe decir a las familias si el niño debe estudiar 10 minutos menos al día de Lengua o Matemáticas: ¿no será competencia del profesorado? Cuando dicen que en España los niños dedican 10 minutos más al día a deberes escolares que los finlandeses, y se les cae la baba pues en Finlandia sacan muy buena nota comparativa en los informes PISA, ¿han considerado que en Finlandia no han tenido 5 millones de inmigrantes entre 1997 y 2007 como en España? ¿Y cómo influye ello en los resultados escolares? ¡Qué estadistas, inventando la tortilla francesa!
Aún es pronto para poder hacer balance con perspectiva respecto al inicio de Liga por el Sporting, acaso después de la 8ª jornada tras jugar con otros dos equipos de nuestro nivel. Si bien ya sabemos que el Atlético de Madrid y el Barcelona no son de "nuestra liga", llama la atención que con 0 puntos de 9, sin apenas chutar y 10 goles encajados en 2 partidos, vengan a decir lo de qué mala suerte, hemos jugado bien, o la culpa fue de un error del árbitro. Con frecuencia cuando pierde un partido, el entrenador Abelardo dice que en el siguiente tienen que jugar más juntos para cerrar líneas de pase al rival. El problema es cuando en el siguiente partido juegan más juntos y vuelven a perder, con más contundencia. Esa táctica es buena si el contrario juega un 4-4-2, con dos delanteros más o menos centrados. Pero si juega con extremos, tipo Neymar, dejarles la banda libre y llegar al área con el balón controlado no parece muy acertado. Hay otra situación reiterada y grotesca. Al Barcelona se le critica por jugar mucho el balón el portero con la defensa, arriesgando, pero lo sacan jugado desde atrás. En el Sporting, cuando saca en largo el portero Cuéllar, se cae en el defecto contrario, dándose la circunstancia que nuestros jugadores, en vez de desmarcarse para recibir, van corriendo a juntarse a los jugadores rivales, es decir se "auto-marcan", como diciendo ahora que tenemos el balón nosotros no nos lo combinemos, vamos a rifarlo. Y al cabo, permítanme la broma, no se trata de bailar el chotis: en el fútbol no gana el equipo que juega más junto, gana el equipo que mete más goles, y para marcar hay que chutar.
En cuanto al resultado de las elecciones autonómicas del 25 de septiembre en Galicia y País Vasco, más que sorprender el retroceso del PSOE y Podemos con relación a comicios anteriores, resulta significativo el avance del PP de Feijoo en Galicia, que consolida su mayoría absoluta con un 47% de los sufragios, más que el PSOE, Mareas e independentistas del BNG juntos. Teniendo en cuenta que el PP de Rajoy había retrocedido en el ámbito nacional del 44 al 33% de los votos de 2012 a 2016, coincidiendo con la lidia con la crisis económica, medidas de ajuste -¿necesarias, justas, suficientes?-, un elevadísimo nivel de desempleo y casos de corrupción, cabe plantearse si han influido más en esta ocasión factores autonómicos por las características gallegas que estatales, con el telón de fondo de la inestabilidad política. Yendo aún más lejos, ¿qué resultados nacionales obtendría el PP si estuviera liderado por Feijoo o Cifuentes en vez de por Rajoy? Respecto al PSOE de Pedro Sánchez y Susana Díaz, el debate y la participación son buenos, si no degeneran en conflicto interno. Sin embargo hay una sensación de predominio de los personalismos sobre los contenidos; "No a Fulano", en vez de explicarse el no a tal y cual políticas, y como políticas alternativas proponemos esta y aquella. Después de la dictadura de Franco, la transición democrática pretendía consolidar el pluralismo partidista. Ahora el reto es transformar la "partidocracia de Fulanos y cortijos" en una auténtica democracia participativa y reformismo eficaz.
