Acabó un septiembre poco musical en la ciudad. Como viene siendo habitual, la resaca de conciertos del verano traslada toda la actividad a Oviedo y deja a Gijón casi sin música durante un mes. Afortunadamente, más allá de las temporadas de los ciclos oficiales, contamos con iniciativas como "ConCiertosConSentidos", que desde la pasada primavera programan en nuestra ciudad directos de bandas con una gran reputación dentro de la escena blues y jazz nacional. Volvieron a acertar con la selección en esta ocasión; los madrileños "Anaut" actuaban por primera vez en la ciudad, pero lo hacían precedidos de buenas críticas y en el curso de una trayectoria ascendente que les sitúa ya como un referente en la escena souldel país.
Había mucha expectación y la Sala Acapulco presentaba una muy buena entrada, sobre todo para ser la noche de un jueves. "Anaut" no defraudaron, salieron al escenario con energía para empezar a defender una propuesta que se mueve con soltura en diferentes palos de la música negra. Bases armónicas de blues, ritmos funk y sección de viento soul son los puntos de partida de un lenguaje musical con sello personal que demuestra la versatilidad de esta banda y la destreza de sus componentes a la hora de introducir variaciones, despacharse con los solos y jugar con la variación de intensidades. Pero lo más importante es que "Anaut" suena como un cañón por la compenetración de sus componentes, creando"grooves" sólidos y potentes y manteniendo el equilibrio entre secciones instrumentales. Todo suma y nada sobra en la construcción de canciones extensas que destilan buen gusto.
Arrancaron sin dar cuartel, encadenando un tema tras otro como mandan los cánones del soul, y el ambiente se iba caldeando con cada canción. Sin embargo, no todo fue intensidad, en el concierto hubo tiempo para todo tipo de matices, como los contratiempos de impronta reggae en "Whenyoutakeitslow", una pieza sutil e inteligente incluida en su último trabajo ("Time goeson", 2016), o la versión de la balada de Ray Charles "Drown in myowntears", en la que Alberto Anaut lució sus dotes vocales. La recta final fue más festiva, con temas como "Phony Money" o "I lovethewayyou lie", en la que el público acompañó con su voz siguiendo el modo responsorial del góspel.
Faltaban los bises, que comenzaron con una original versión del "Black is Black" de "Los Bravos", menos rock y más soul que la original, y con los músicos mezclándose con el público. Para entonces, el público de Gijón ya se había rendido al buen hacer de "Anaut", que en esta ocasión contó con la colaboración al saxo del gijonés Miguel Gallego, que lució en varias ocasiones con vibrantes solos. Sin duda, este grupo puede volver por la ciudad cuando quiera, sonando así tiene el éxito garantizado.
