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Exvicesecretario del PSOE de Gijón

Con Javier

Una llamada socialista a cerrar filas en torno al presidente de la gestora del partido

Hay un viejo silogismo existencialista: "Hagas lo que hagas te arrepentirás" que define muy bien el momento político en que estamos inmersos los socialistas. Y que define la asamblea de la Agrupación Socialista de Gijón de este domingo. Los socialistas estamos inmersos en un debate entre lo que le apetece a nuestras tripas y lo que nos dice nuestra cabeza y todas las respuestas que encontramos nos resultan difícilmente soportables.

Pero a pesar de la indudable tentación del pesimismo, esta situación tan compleja tiene salidas, y aunque el espectáculo del último Comité Federal no haya sido un ejemplo de buen hacer, sí se han producido dos hechos positivos que debemos resaltar:

Uno, que los socialistas, de forma definitiva, ya sabemos que no vamos a apoyar o apoyarnos, en ningún caso, en partidos o grupos independentistas. Y esto es muy importante. España tiene un montón de fantasmas en su historia cercana que no se pueden revivir. El PSOE, que ha asumido desde la transición el papel de partido vertebrador de este país, no debe ser cómplice de un proceso de ruptura social de esas dimensiones para conseguir el poder a cualquier precio. Lo cierto es que la crisis actual nos parecería una anécdota al lado de la crisis económica y social que produciría esa ruptura.

Dos, el acierto del nombramiento de Javier Fernández al frente de la gestora. Presidente del Principado, militante de la Agrupación Socialista de Gijón, Javier es símbolo de rigor y profundidad. Nadie, ni dentro ni fuera del partido, puede poner en duda su ideología ni su compromiso socialista. En este caso el Comité Federal ha escogido a la persona adecuada para hacer el análisis con la profundidad que requiere una realidad tan compleja como la actual.

El PSOE tiene una cultura de partido enormemente alejada del eslogan, de la frase hecha, de la consigna maniqueamente simplificadora. Una cultura que el presidente de la gestora encarna: reflexión serena y sin apresuramientos, densa en ideología. Acompañar a Javier Fernández, cerrar filas con él, resulta imprescindible para nuestro futuro. Hay momentos políticos en los que los hechos nos exigen actuar con rigor, evaluar cada paso y las próximas semanas van a ser así.

Podemos y sus afluencias, confluencias, mareas y contramareas van a querer apropiarse del discurso de los militantes del PSOE. La derecha por su parte, actuará siguiendo solo criterios de interés de partido, y decidirá según lo que le digan sus encuestas. Nos encontraremos ante una pinza perfecta-mente engrasada con la que no podemos colaborar desde dentro del partido.

Por todo esto no es bueno mantener un clima de excepción y confrontación, que nos impediría avanzar en las urgentes tareas que tenemos por delante. El clima ha de ser de debate interno y de elaboración de un proyecto político compartido. En los próximos meses los socialistas tendremos nuestros procesos internos de congresos en los que la militancia podrá tomar la palabra. Necesitamos tiempo para afrontar estos procesos internos con tranquilidad para elegir a nuestro secretario general sin decisiones apresuradas. El PSOE no tiene un problema de búsqueda de una voz única, tiene un problema de liderazgo. Y sea quien sea quien asuma este liderazgo, los afiliados cerraremos filas con él o con ella.

El riesgo que corremos en el corto plazo es que nos mantengamos enrocados en nosotros mismos, que no sepamos encontrar una solución adecuada. Es mejor, en todo caso, una mala solución que un proceso de autofagia. Por eso debemos invertir todos nuestros esfuerzos en acompañar a Javier en la búsqueda de una salida colectiva.

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