No hay viñedos para producir la uva que necesita el vino de Cangas del Narcea, en plena expansión internacional; y el queso asturiano, mejor los quesos asturianos, no tiene bastantes productores para expandir su egregia calidad por todo el mundo. Asturias, no se olvide, es la mancha quesera más importante de Europa, y hablamos de un continente que alberga países como Francia, que producen más de trescientas clases de quesos, un dato que lo hacía ingobernable, en sentencia del general De Gaulle. La cuestión del vino y del queso pone de nuevo de relieve la cuestión de la calidad y de la cantidad. Un manjar de producción minoritaria no tiene en esencia más calidad que un manjar producido masivamente. Sucede que los manjares asturianos se están quedando reducidos a cuestiones minoritarias, que están reñidas con los mercados de hoy. La búsqueda del equilibrio entre la cantidad y la calidad es ahora mismo un asunto capital.
