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El plan de movilidad

Cosas y personas que en este país, en esta región y en esta ciudad se mueven poco o nada

Entre las cosas que en Gijón faltan, -por desidia de la Alcaldesa, su equipo de gobierno y los círculos que la sostienen y acompañan-, que no son pocas ni pequeñas, destaca la de un buen "Plan de Movilidad" que debía haber precedido en su redacción al más que incierto "Plan General de Ordenación", -cuyas primeras heridas hacen presagiar un fin desastroso-, para que el urbanizador sepa por dónde han de ir y han de venir coches, motos, bicicletas, patinadores de pie y tabla y los sufridos peatones, y no dejar la cuestión al "debalu", o a lo que Dios Nuestro Señor buenamente quiera?

El "Plan de Movilidad", entre otras cosas, debe contemplar quién o quiénes utilizan las calles y plazas y a qué velocidad; quién o quiénes, las aceras, etc. etc. Como se ve cosas simples, pero de primera necesidad, como la leche de vaca, el pan de oferta en el Supermercado, la calabaza botánica -¡cuántas cabezas en realidad son calabazas!- o la coca-cola personalizada?

Al no tener "Plan de Movilidad", los que en los documentos de identidad tienen señaladas fechas de nacimiento anteriores a l951, incluso al 56, comenzamos a padecer el mal peatonal de la "inseguridad" en nuestro deambular cotidiano, aunque vayamos de acera en acera y seamos absolutamente respetuosos para hacer "la cruzada", no de cualquier forma y a cualquier coste como Franco la hizo en el 36, sino atendiendo a las señales de tráfico, acústicas o no, que tanto abundan en esta villa llana, abierta, moderna y monumental, donde "Los Moros" tienen su calle propia, y "Munuza", el pretendiente de la hermana de don Pelayo, es arteria vertebral? Y donde los "filisteos" que muy acertadamente señaló

Paco García, no el director de este medio, sino el profesor jubilado colaborador de esta casa?, campan y capan a su aire.

El droguero mayor de esta villa, que tiene su establecimiento abierto en un venerable edificio, levantado por don Florencio, que forma ángulo recto con las viejas calles de Munuza y la Merced, números impares y pares respectivamente, ayer sede junto a todo el resto del bajo que llega a Instituto del moderno "Sport Club Apagadorista" y que cuenta, según canta su D.N.I., con edad suficiente para ser coronel si hubiera optado por la carrera militar, se quejaba, en estas páginas, no hace muchas fechas, del riesgo que supone para su integridad, y la de sus coetáneos, el tener que compartir las aceras antes reservadas al peatón y al triciclo infantil, con bicicletas de mayores y menores, tablas de patinadores, y patinadores de ruedas, más aparatos eléctricos móviles que no producen ruido de advertencia, unos de dos ruedas, que manejan por lo general mozos exhibicionistas y más bien vagonetas, y los de cuatro, igualmente de silenciosos, que sirven para el desplazamiento autónomo de personas que por edad, enfermedad o accidente, han perdido la movilidad primigenia?

Todos compartimos las aceras, el peatón a su paso, los más agiles o retrasados, hasta pueden ir a la carrera; y los de ruedas grandes o pequeñas, van por las aceras a velocidad indeterminada, y no reglada, al mejor parecer de cada cual, o a su "real" gana, como suelen decir las gentes de orden y rajoy, partidarias de premios, himnos, banderas, delfines y princesas?

Es cierto que un golpe recibido sin aviso a cierta edad, puede determinar de pronto, el final de una vida plena, independiente y feliz, y abrir el camino del quirófano del hospital, la larga rehabilitación? y la marimorena? Como para no tener miedo o, al menos, reverencial cuidado?

Otra buena amiga, cuyo documento de identidad dicen que lleva fecha de los años veinte del siglo pasado, aunque por aspecto nadie pudiera pensarlo, vecina de la calle de San Antonio en edificio, que casi hace esquina con la calle de Santa Lucía, -solo le separa de ella la venerable casa, de al menos, siglo y cuarto, o siglo y medio, en cuyos bajos tuvo su "Obrador de Calzado", el gran artesano que fue don Baltasar Rodríguez, -calle San Antonio 27-Santa Lucia 1-, que calzó todos los pies deformes, contrahechos, o simplemente difíciles, del Gijón doliente, pero pudiente, que sin ellos también carecía de posibilidades de movilidad-; decía que la gentil señora me confesaba su miedo a bicis cochecitos y patinadores ?

También se encuentra feliz y sin plan de movilidad el, -para el profesor Antonio Elorza-, "abyecto" Rajoy"; solitario, quieto y mudo, como el pino de la Reboria que pintó Piñole. Hace trescientos y pico días, que el pino está "plantado" en el bosquecillo de la Moncloa para, desde paraje tan principal, ver pasar cómodamente los cadáveres de España y el PSOE?, mientras sus "pinitos" van sentándose por orden de mayor a menor, en los dos banquillos de la Audiencia Nacional. Imagen blanca de don Tancredo,? ¡Ah!, qué poco dolor, si la patria furiosa le enganchara por salva sea la parte,? aunque solo fuera por la de Cataluña?

Perdida también, tiene su "movilidad" el PSOE. Creo ver al marqués de González paseando Génova, pendiente de las órdenes de la Corte que le hizo su Cónsul General; y al compañero Alfonso Guerra, más cerca, en la Navia de Luarca, frente a Campoamor, negándome ante Juan Bautista Fidalgo, que fuera él quien iba en aquel coche acompañado de una moza serrana. Hay imágenes que no pasan ni se mueven?

Fallos en el viejo motor obrero construido por don Pablo Iglesias, el viejo, cuando se descubre que Susanita no tiene un ratón, sino un fusil ametrallador?; Como el Aznar periodista, el Cónsul nunca vendió su partido, sino que lo tuvo siempre en alquiler?

Y ahora, por culpa del pino inmóvil de Pontevedra y de los oportunistas "postureos" de los círculos rodantes sin hoz ni martillo, el PSOE decreciente ha tirado el ancla, pero en mal fondo y corre el riego de que se lo lleve la corriente...

De junto al pino, don Javier, no llevará usted más que "piñas".

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