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Crítica / Música | Musicólogo

Una noche para nostálgicos

El concierto tributo a Tino Casal hizo cantar y bailar a toda una generación

Más que un concierto fue una fiesta; una noche de homenaje a Tino Casal que reunió en la sala Acapulco a toda una generación que ha crecido con las canciones de este gran artista asturiano. La presentación del libro "Oro Negro: 25 años sin Tino Casal" fue la excusa para que naciera "Billy Boy & Los Ácratas", la banda tributo formada Juan Barreiro, Lorena de la Fuente, Javi Ramos y Chomin que el lunes volvieron a dar vida a un repertorio centrado en los temas de los ochenta y en el que no faltaron los grandes éxitos.

El ambiente era algo frío al principio, pero la música de Tino consiguió caldear la situación poco a poco hasta contagiar la energía y el calor a todos los asistentes: de los tímidos movimientos de pies y cabeza iniciales a los brazos levantados y los saltos de los bises, de los tarareos a las gargantas desgañitadas? todo fue de menos a más, y eso que empezó fuerte con un arranque por todo lo alto con la archiconocida "Champú de huevo", donde pudimos comprobar la calidad de los músicos y la contundencia del sonido. La base rítmico armónica era poderosa, algo fundamental para unas canciones muy cercanas al techno, y respiraba años ochenta, con los slaps del bajo y los ritmos funk en las guitarras. En la misma línea fueron "Histeria" y "Billy Boy", con la impresionante voz de Chomin, que estuvo en su sitio en todo momento.

La música de Tino Casal puede gustar o no, pero su calidad y su complejidad es innegable. No es solo que haya sido capaz de crear auténticos himnos del pop español, sino que además todos los elementos que componen las canciones son importantes y deben ser interpretados con convicción y técnica para que la música transmita. El pasado lunes cada canción brilló con luz propia: "Sex o no sex", "Oro negro", "Tal como soy", así hasta una docena de temas entre los que la banda quiso incluir una versión de "Life on Mars?" de Bowie.

Entre los invitados, el primero en aparecer fue Carlos Luxor, con una entregada interpretación de "Teatro de la oscuridad"; a continuación, Lara González, impulsora del libro homenaje y de los conciertos de la presentación, se subió al escenario para entonar la mítica "Embrujada". El gran momento lo puso Rodrigo Cuevas con su espectáculo y la cuidada interpretación de "Pánico en el edén", también cantando junto a "El Tamar" "Emborráchate", la única canción la etapa melódica de Tino Casal. Como cierre, no podía faltar "Eloise", con la que subió la temperatura de la sala Acapulco. Hubo bises en respuesta a las ovaciones de un público que salió satisfecho con lo vivido, y eso tratándose de un repertorio tan exigente como el de Tino Casal es garantía de que el concierto salió bien.

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