Llegados a este punto, los pertenecientes a generaciones que ya han cumplido sus años tienen todo el derecho del mundo a reclamar un libro de reclamaciones social para exponer sus quejas relacionadas quizás en primer lugar con sus años de estudiantes. Resulta que los escolares actuales se rebelan contra las reválidas, algunos las escriben con "b" en las pancartas, y sus padres se movilizan contra el encargo de deberes. En aquellos tiempos, y no los del cuplé precisamente, los escolares pasaban como señores por las reválidas de cuarto y sexto de Bachiller sin que les cayeran los anillos ni necesitaran apoyo psicológico. Se llevaban a casa cada día libretas cargadas de deberes que había que presentar al día siguiente. Aquellos escolares y bachilleres descansaban en la tarde de los jueves y soñaban con la "semana inglesa" que se ha ampliado en los tiempos actuales, en los que están mal vistos el esfuerzo y la dedicación. Hay que reclamar.
