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Crítica / Música | Musicólogo

"La Habitación Roja" suma y sigue

Un rápido vistazo al interior de la sala Albéniz la noche del pasado sábado bastaba para hacerse una idea de que el concierto que estaba a punto de comenzar tenía un sesgo claramente generacional. Un público entre los treinta y los cuarenta que ha crecido con la banda sonora de "La Habitación Roja" desde los años noventa y que acudía a la presentación del nuevo disco de la banda "Sagrado Corazón" (Mushroom Pillow, 2016) con cierto aire nostálgico y buscando volver a escuchar en directo los clásicos de este grupo.

"La Habitación Roja" conoce a su público, en sus más de veinte años de trayectoria no han dejado de girar y eso les permite saber a la perfección cómo funcionan sus directos y cómo organizar el repertorio para combinar temas nuevos y éxitos anteriores sin que la intensidad del concierto se resienta. Esta actividad también se nota en el sonido que consiguen en directo: contundente, definido y cortante, con una pulsión constante e imparable que hace avanzar los temas de forma pausada pero irrevocable. La batería y el bajo construyen una base rítmico armónica firme sobre la que discurren las texturas de los teclados y las guitarras plagadas de efectos que dejan poco espacio a la voz de Jorge Martí.

El resultado es casi hipnótico, más aún cuando las melodías vocales son susurradas o cantiladas haciendo ininteligible la letra o cuando los estribillos repiten insistentemente frases a modo de mantra. De hecho, muchas canciones, como "Sombras en la oscuridad" u "Hoy es un día perfecto", ganan intensidad por acumulación de texturas a golpe de reiteraciones. Pero la música de este grupo también tiene alma, y dentro de ese corazón mecánico que subyace en su sonido encontramos melodías coreables, incluso con cierta carga épica, en canciones como "You gotta be cool" o "Volverás a brillar". Es en estos momentos más melódicos cuando aflora el pop, la voz se impone a los instrumentos y el público abandona la apatía característica de los conciertos indie para cantar a una sola voz.

El concierto fue de menos a más, y en la parte final se sucedieron los éxitos: "El eje del mal", "Voy a hacerte recordar" e "Indestructibles". Acabaron con "Nuestro momento", del último disco, que sin duda está llamada a quedarse en su repertorio durante unos cuantos años. En los bises se rompió el protocolo indie y los músicos comenzaron a interactuar con el público; fue el momento de las concesiones, de clásicos inevitables de esta banda como "Te quiero" o "Ayer", que puso fin al concierto. "La Habitación Roja" suma y sigue con este álbum: más canciones para su repertorio, más conciertos para su público y más años de actividad imparable que les convierte ya en uno de los grupos más longevos del panorama indie español.

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