Los debates los carga el diablo. En Gijón está cercano el del cambio de denominación de la emblemática calle de La Merced. Ahora los vecinos quieren debatir sobre el futuro de Naval Gijón quizá porque el gobierno local no tiene claro qué hacer con el solar por una de cuyas rendijas se han colado los socialistas. Pero habrá que debatir también las normas que se van a implantar alrededor de la basura doméstica. Una afirmación del concejal del ramo asegurando que las medidas no serán como las de Bildu en los ayuntamientos vascos que gobierna la coalición llevan la alarma a la ciudadanía. No está Gijón para acercarse a la gestión de los proetarras, capaces de enfadar a los vecindarios a costa de decisiones de una impopularidad atroz. A Bildu, se supone, ni acercarse por parte de los foristas, aunque sus socios en la penumbra no tengan inconveniente en hacerlo. Ojo con los debates y con los acercamientos peligrosos.