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Adioses en el PSOE de nuestros días (y II)

La manera convulsa en que los barones socialistas dieron la patada a Pedro Sánchez

El segundo de los adioses de un secretario general del Partido Socialista estalló por segunda vez, -como estalla el trueno en la nube-, también sobre la una de la madrugada del 1 al 2 del pasado mes octubre, tras la derrota del "no y no" de Pedro Sánchez en el Comité Federal.

Esta derrota no vino, como la primera de González, de la decisión a mano alzada de unas bases alegres e ilusionadas, sino que la trajeron viejos jabalíes, que se tienen por hábiles políticos, y hasta por valientes defensores del arca de las alianzas sagradas del PSOE, tras la orquestada dimisión de 17 miembros de la ejecutiva, que dejaron sus puestos nada más sonar el cornetín de órdenes del "brujo" González por la feria de San Miguel. A son del cuerno de caza comenzó el acoso y derribo del primer secretario general del PSOE elegido democráticamente por las bases del partido, quizá sin mérito alguno conocido?, o por reconocer, pero que estaba en el ejercicio de la función encomendada.

"Estos chicos son de poco fiar", había dicho y repetido el "Viejo Profesor" una y cien veces y también en Gijón, durante la campaña al Senado de Fernando Morán. ¡Y de tan poco!? ¡Ay, de los inocentes cuando el cuerno suena!

Puede que para celebrar el San Miguel agrario y pecuario, "las más altas instancias" volvieron a hablar al PSOE en el oído de González para marcarle el camino de la abstención a seguir "al solo objeto", quede bien claro, de facilitar a Rajoy la formación de un gobierno para salvar a la patria en peligro, aunque la tal abstención vaya a redundar en el exclusivo beneficio de quienes por cuna, son "nuestros señores y señoras naturales; de los que por vocación, son nuestros reverendísimos prelados; y de los que, por ser gobierno sin justicia, son, según San Agustín, simples bandidos"...

Un medio día, el "despedido" Pedro Sánchez renunciaba, además, a su escaño en el Congreso por coherencia con su "no y no", y para poder, como el general MacArthur, lanzar el "me voy, pero volveré", que es a un tiempo despedida y advertencia; y para no pocos, esperanza que recoge del arroyo el reciente Congreso del PSC, empeñado en vivir al día sin amarras, ni temores a podemitas ni a independentistas; empeñado el PSC en ofrecer para auxilio de todos el cabo de una buena esperanza: la de una República Federal, respetuosa, justa y social. Un paso hacia la, desde siglos, soñada República Federal Ibérica. "Céfiro que susurra entre las flores".

Y de aquella despedida, y de la entrevista más vista en la noche del domingo 30 de octubre, voló para susto de algunos, y contento de los menos, otra vez, como vuela la paloma, un proyecto de Izquierda socialista, que acaba de plasmar Iceta, exjoven del PSP, en noble intento de reagrupar bajo las siglas de su partido lo que queda vivo del socialismo catalán.

Sánchez no levantó la bandera roja revolucionaria, que representó la sangre de Cristo, sino que se limitó a hacer, para escándalo de fariseos y "colocados" ("y el que no esté colocado, que se coloque") una seria llamada al diálogo nacional, para articular en el futuro un gobierno de soluciones de izquierdas a los problemas creados y alimentados por esta derecha que según el Papa reinante, "rescata bancos con miles de millones y dejar morir sin perder el gesto a millones de seres humanos".

Y llegamos al noviembre de 2016, -el mes de la ejecución en 1823, del señor general don Rafael del Riego por alzarse en defensa de la libertad y el honor de la patria; el mes de la ejecución en 1828 de innumerables liberales en Barcelona; el del asesinato de don José Canalejas; el mes del suicidio en Riga, 1928 del cónsul don Ángel Ganivet. Mes de noviembre, el de la desgracia nacional. (¡Menos en algunas ocasiones!).

Una parte de la nación, la más castigada, y por joven, la que más tiene que perder, la de los "sinmañana; y otra, la que se considera desde siglos como nación, han osado alzarse en paz y con razones poderosas contra le vieja España imperial, chulesca y tridentina, que de siempre ha sobrevivido sirviendo al trono y reverenciando al altar?

Lo que ahora toca a la izquierda es preguntarse unos a otros sin mesianismos qué es lo que quiere la ciudadanía que no quiere a Rajoy Y sabido qué quiere más de la mitad de España, incluso la que siente miedo, es menester ponerse todos a ello, sin mesianismos estúpidos ni orgullos sin causa. No se trata de ser "cabeza ratón, ni cola de león", sino tener fuerza, cabeza y constancia para manejar la palanca ferroviaria del cambio de vía, para llegar, -antes de que la "Llosa de los valientes" nos reclame a su seno-, la estación del futuro de igualdad soñado, donde el arroyuelo de las libertades bulle, y donde crecen las flores de la fraternidad, zumba al rayo de sol, y mala planta de la explotación humana, ya no brota. Izquierda socialista? ¿Balneario social?. Desde luego, ¡pero sin Villa!.

Hay quienes en el PSOE actual solo esperan que Pedro el pescador estrelle su barca contra el acantilado de los poderes fácticos, acosado por derechas y Podemos? Este adiós de Pedro Sánchez nada que ver con marxismos. El defenestrado anuncia disponerse a la pesca de voluntades en el caladero socialista y nacionalista?, y pretende que el hostigamiento podemita quede en león que ruge en el desierto?

¡Difícil tarea la del pescador! Si no le dejan solo, a lo mejor, como Jeremy Corbyn en el laborismo, hasta salva al PSOE de su deriva felipista. ¿Cuándo podrá surgir un PSOE auténticamente solidario, republicano y federa? El día que pueda, liberándose de gestores, barreras y colocados, será el día de su triunfo?

Rafael Fernández, más de una vez me dijo: "No te equivoques, la república la traerá el PSOE, o no volverá". Ojalá que por el bien de todos y por salir del enredo de la traidora transición, la república sea pronto realidad.

¿Podrá Pedro Sánchez con quienes quieran ayudarle, mover en el sentido correcto la palanca del cambio de vías? ¡Ojalá pueda!

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