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Carta del amigo ausente

El hombre que ha sabido ganar

La victoria de Donald Trump contra todo pronóstico en EE UU

Donald Trump ha ganado las elecciones en EEUU y ya está en camino de ser presidente. Sé, mi querido amigo Fernando, que estáis sorprendidos por esas tierras de España, arrastrados por los augurios catastróficos que los medios de comunicación de toda Europa y gran parte del mundo, predestinaba en caso de que este candidato consiguiese llegar al poder, convirtiendo de esta forma en un hecho insólito, que este señor de buenas a primeras se haya convertido en el hombre más poderoso del planeta.

Lo sorprendente para mí, no es que él haya ganado, sino quiénes han perdido. Su éxito es inversamente proporcional al de los medios de comunicación, que han fracasado en sus predicciones, diagnósticos y especialmente con su agresividad sin precedentes, contra uno de los candidatos, salvo The National Enquirer, que le dio su apoyo total. ¿No es realmente una derrota del cuarto poder este resultado, en contra del dispendio llevado a cabo para que ganase la candidata Demócrata? No he visto que se hayan tratado especialmente los puntos débiles, de la señora Clinton, especialmente los de corrupción y posición sobre el aborto, asuntos que por sí solos, hubieran podido causar una guerra de medios, ante las provocaciones dialécticas de los dos candidatos.

No voy a significarme a favor ni en contra del nuevo presidente, de si su programa, es o no bueno para sus ciudadanos, su país y o el planeta, máximo cuando alguno de los puntos considerados en la propia campaña son especialmente de mi total desagrado, como el referido a la energía renovable y al cambio climático, convirtiéndome así en un esperanzador ciudadano, cuyo deseo es que en alguno de los puntos del programa no haya mostrado su verdadera intención, sino ha tratado de atraer la atención de las masas con la magia del marketing para saber acercarse a ellas con las ideas y frases que en cada lugar y momento deseaban escuchar. Quiero pensar así que hay aspectos en sus discursos que no son otra cosa que la consecuencia de un plan estratégico de captación de votos.

Tampoco voy a parafrasear al escritor brasileño Brinkerhofy Torelly quien dijo que si hay un idiota en el poder, es porque quienes le eligieron están bien representados, como están evocando en otros continentes, especialmente en esa Europa quedada en el tiempo y evolución del pensamiento, y por qué no decirlo también, en nuestra querida patria, donde sabemos vanagloriarnos del liderazgo de los fracasos en la enseñanza y donde hemos sido capaces de sembrar un clima laboral de desganados e improductivos, mientras insultamos a los americanos por sus cualidades no acorde con nuestra forma de ser y en especial en la exaltación de su patriotismo.

El cuarto poder ha muerto y ha sido enterrado con este resultado tan improductivo de su esfuerzo, porque el ciudadano americano, ha sido capaz de madurar y comprender que tras las informaciones y alteraciones de la verdad, unidos todos en la distorsión en la comunicación social, quizá por intereses ajenos a los que se presentan como centro de la diana, no han dado el resultado esperado. Ha fallecido porque, aun conociendo el mal existente, han pretendido alargar el tratamiento de espera, sin reconocer que la enfermedad de la sociedad, no es otra que la del cansancio y hastío sufrido por un sistema que no cuenta con los ciudadanos, y eso solo se cura con cambio extremo, bien hacia un lado o hacia otro, pero siempre descartando a quienes han conseguido llevar a sus gobernados a un estado de degeneración.

No sé lo que ocurrirá en el futuro con el nuevo presidente de EEUU, (ya anunciado según su biógrafo por el expresidente Nixon en 1987), ni creo tampoco en los malos augurios que algunos aplican a las profecías de Nostradamus sobre este hecho, pero sí que puedo arriesgarme a asegurar que el gobierno de Trump va a mejorar las expectativas que le están dedicando como bienvenida los medios de comunicación, las redes sociales, e incluso los grupos de rebelión a su investidura. Estoy también convencido que, cuando sus estrambóticas frases pronunciadas en sus discursos preelectorales, vayan tomando forma posiblemente sin cumplir sus promesas amenazantes, con el paso hacia las determinaciones efectivas de su gobierno, (pues una cosa es predicar y otra dar trigo), EEUU logrará sobrevivir a Donald Trump, manteniendo el estado de bienestar a los ciudadanos y continuará abasteciendo empleo a quienes desde otros países quieran acogerse a sus reglas, sin muros físicos, aunque quizá modifiquen las normas de convivencia y adecuación al país de destino en derechos y obligaciones.

Con la exposición de mi pensamiento por la que te has interesado, querido amigo Fernando, espero que en nuestra querida patria, (pues sabes que desde mi distancia, la quiero tanto como la echo en falta), tomen buena nota quienes ahora inician nueva legislatura, al amparo de la buena voluntad de sus principales contrincantes, para llevar a cabo una eficiente y verdadera base del diálogo con todas las fuerzas políticas y civiles, desterrando la prepotencia mostrada en su anterior legislatura y unificando la dirección de sus decisiones hacia el bien común de sus ciudadanos y del país que gobiernan, sabiendo que si la luz del cansancio de sus ciudadanos se enciende, lo pagarán definitivamente en el exilio del Parlamento más pronto que tarde.

También han de tomar buena nota los medios de comunicación y sociales españoles, de lo sucedido en el país más avanzado democráticamente, que han visto cómo sus inquinas estratégicas, no han sido capaces de dominar el efecto que la fuerza de un pueblo en las urnas ha causado en el sistema, lo que les tendrá que llevar a pensar que su influencia en la opinión pública, no se rige por lo publicado.

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