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Otra maldita tarde de domingo

Cosas que pasan

Distintos casos de plagio y de usurpación de lo ajeno en el mundo de la literatura

No deja de ser curioso que un certamen, creado específicamente con motivo del Día del libro, esté acusado de plagio. Es, si me lo permiten, como si el protagonista de Cincuenta sombras de Grey lo hiciera con la luz apagada. El asunto versa sobre #tupoesiaenuntuit, un volumen colectivo en el que se recogían "los tuits poéticos" más afortunados del pasado 23 de abril, ese día que todos celebramos y en el que no murieron ni Shakespeare ni Cervantes. El libro salía en octubre y en noviembre ya estaba descatalogado. Y es en los mentideros literarios donde se empieza a hablar de un presunto plagio, de lavar la ropa sucia en casa, de cómo un verso termina con un libro.

Ni que decir tiene que no es el primer caso de usurpación de lo ajeno en literatura, si es que se revela como cierto. Ya para nosotros, cristianos de penúltima generación, el famoso diluvio se convirtió en afluente con la Epopeya de Gilgamesh. De cuestiones como ésta habló Pepe Monteserín en su premiado "La conferencia": el plagio sostenible y de cuestiones así es conveniente hablar este año, primer centenario del nacimiento de Cela, que ya tuvo con La cruz de San Andrés su particular lucha contra quienes vieron en el Planeta del año 94 algo muy parecido a Carmen, Carmela, Carmiña, de la maestra y escritora gallega -adivinen el nombre- Carmen Formoso. Al otro lado del Atlántico no faltan las culpas, y cada vez que Jorge Bucay saca libro hay un paciente en su consulta que se lamenta por haber hablado demasiado. Carlos Fuentes también la tuvo con el fisco, pero es en Lima donde se da la mayor de las ironías que recuerdo. La protagonizó el autor de Un mundo para Julius, Alfredo Bryce Echenique, que pagó en su momento 57.000 dólares con la cabeza bien alta, esgrimiendo que "el plagio es una forma de halago." En fin, cosas que pasan. Ante la duda siempre es bueno recurrir a Woody Allen: "Sé original. Pero si tienes que plagiar, plagia al mejor."

Para quienes custodien sus obras en el Registro de la Propiedad Intelectual han de saber que aquellas sombras no siempre encuentran esta luz. La base es tener fe en lo que se hace, que dijo Tarkovski. Aunque hay una diferencia entre plagiar durante páginas y reincidir (caso de Lucia Etxebarría, que ejemplifica el no saber desarrollar una idea) y plagiar -siempre presuntamente- en el reducido espacio que permite un tuit (lo que significa que no tienes fe en ti mismo). Para quien no crea en lo que hace siempre puede comprar "A la literatura por la escritura", de Víctor Moreno o echar la vista hacia otro lado. Lo de apartar la pluma y ser honesto sólo es apto para valientes.

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