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Deprisa, deprisa

Paseando este domingo por el Muro, con mas frío que un merucu, por aquello de la sempiterna sombra de los abominables, por mucho que se acristalen, edificios fruto de los concejales del desdichado régimen imperante, llegué a les avellaneres del puente del Piles y al solín contemple el imponente y yermo dique del Puertón. La canina playa de San Lorenzo lucía majestuosa con tres partidos de fútbol y un campeonato de surf, patrocinado por Tablas, en el que las olas cantábricas brillaban por su ausencia.

Camino de "La Lloca", me detuve donde Les Chapones (que a mi gústenme) y allí leí el periódicu. Fidel Castro, ex alumno de los jesuitas con el que compartí al Padre Patac, era el mocín del día, por encima del Sporting que perdió como siempre, y de la repudiada ex alcaldesa Rita Barbera, que ya había dejado de ser noticia.

Todo transcurre, mientras la vida galopa a pasos agigantados, como en la película de Saura: "Deprisa, deprisa". Pues eso, apuremos el trago, y sobre todo (pelmazos, impostores, tertulianos sabelotodo, religiones castrantes, etc.) vivan y déjennos vivir.

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