Fue Julio Anguita, en su etapa al frente de Izquierda Unida en los años noventa, quien utilizó de forma recurrente esta expresión para situar el programa electoral como eje central sobre el que debía cimentarse cualquier pacto con el PSOE. Sin embargo, lo que había de ser un punto de partida para el acuerdo en aquella época supuso un auténtico cortafuegos para el entendimiento de la izquierda en una carrera hacia lo que se bautizó por aquel entonces como "sorpasso" y que provocó, entre otras cosas, que Asturias estuviera gobernada, o más bien desgobernada, por el Partido Popular entre 1995 y 1999.

Dos décadas después esa estrategia de líneas rojas hacia el PSOE es la empleada por la denominada "izquierda alternativa" de Podemos y por su líder, Pablo Iglesias, tan obsesionado como su admirado Anguita por el "sorpasso". En Gijón lo sabemos bien, pues la pinza entre podemistas y casquistas hizo que Carmen Moriyón mantuviera la Alcaldía de Gijón como último gran reducto de FAC pese a que las fuerzas de izquierdas sumábamos 15 de los 27 del Pleno municipal. Curiosamente Podemos justificó entonces su posición con unas diferencias programáticas que cualquiera que haya leído los programas electorales de las tres formaciones políticas no se cree.

Esa posición sigue inalterable y en Gijón existe un matrimonio de conveniencia entre Podemos y Foro, cuyo último acto ha sido la aprobación de los presupuestos municipales de 2017. Como es sabido, este acuerdo se cimentó inicialmente en una gran mentira denominada renta social municipal que realmente es una línea de ayudas finalistas para el pago de gafas, prótesis o reparación de electrodomésticos para familias que ingresen menos de 532 euros. Así lo explicó el portavoz de Foro en el último Pleno y así se lo recordaron los militantes de Podemos a sus concejales: "No es una renta básica, es una ayuda".

Nadie puede dudar del carácter asistencial de esta medida, ni siquiera sus proponentes, que así lo reconocieron en el salón de plenos la pasada semana. Lo contradictorio es que tres meses antes, en el mismo salón, desde Podemos se afeara a los casquistas que "no hacen nada para reformular la Fundación Municipal de Servicios Sociales, salvo poner parches que cronifican las situaciones con medidas asistenciales cada vez más próximas a formas de beneficencia". Esa visión, por cierto, era compartida en el programa electoral con el que se presentaron a las elecciones municipales de 2015.

También Izquierda Unida se ha sumado a este acuerdo y defendido esta nueva línea de ayudas, pero igualmente parece que su programa electoral es una recuerdo lejano. "Un sistema que se aleje del modelo asistencialista basado en la beneficencia que ha guiado la actuación municipal en los últimos cuatro años" era lo que defendían en mayo de 2015 desde esta formación. La pregunta es obvia: ¿se puede cambiar un modelo asistencialista con medidas de carácter asistencialista?

Pero si seguimos haciendo el repaso a los programas electorales, no podemos olvidarnos de Foro Asturias. El partido de Cascos proponía en su programa electoral "utilizar las ayudas de emergencia para ayudar al pago de gastos corrientes (luz, agua, calefacción, adquisición de electrodomésticos...) en todas las unidades convivenciales cuyos ingresos sean inferiores a 652 euros mensuales". Algo que se asemeja bastante a lo acordado, salvo en la cuantía.

Así programa, programa, lo que se dice programa, es el de Foro el que ha queda bendecido con el último acuerdo presupuestario. No importa. Ya lo dijo el secretario general de Podemos en Gijón, el señor Suárez del Fueyo, en la última asamblea de su partido: "Aquí no se está debatiendo un combate entre la derecha y la izquierda, sino si la hegemonía de esta ciudad va a estar en manos de Podemos o del PSOE".