La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Auténticos

Mi admirado Carlos Meana, gijonés y abogado laboralista de culto, quien suele viajar más que los aviones de bajo coste, se fue a pasar las navidades a Senegal para arrimar el hombro más allá de la Cocina Económica. Resulta que, casualidades del destino, en Dakar hizo migas con una religiosa que tiene una hermana viviendo en La Calzada.

La monjina hizo un canto de loa de un cura que siempre, hasta su fallecimiento, les mandaba ropa, alimentos, dinero y preservativos. Ni qué decir tiene que se trataba del párroco de la parroquia de Fátima, José María Díaz Bardales.

La verdad, préstame mucho la gente auténtica; y si además son amigos, tanto mejor.

Compartir el artículo

stats