Lo que son las cosas, querido amigo, cuando el carro del PSOE marchaba sobre las dos ruedas bien engrasadas de González, el carismático, y Guerra, el mayoral, bastaba que el Alfonso avisara desde el pescante, sin ni siquiera mover el látigo, ni levantar la voz, de que "el que se mueva no sale en la foto", para que todo el PSOE se mantuviera firme, formado y en paz: marcando el camino los nuevos pastores y doctores, seguidos en respetuoso silencio y sin rechistar por la numerosa y animada militancia que había vuelto a encontrar en las siglas socialistas el camino, la verdad y la vida, ¡tantas perdidas!, de sus mayores.
Hogaño, los seudo pastores y falsos doctores no recurren ya al truco de la foto, sino a la amenaza del Tribunal, cuya santa sombra siempre es alargada.
Ha advertido un preclaro maestro disputadísimo que "el que se mueva, o mueva la lengua para criticar deslealmente y en perjuicio de la cómoda existencia de pastores y doctores, que ni una sola quincena dejaron, como yo mismo, de vivir del presupuesto? ¡al tribunal!". Ni monsergas de libertad de expresión, para eso estáis "enganchados" al carro, que os brinda seguridad y protección; ni de charangas de democracia interna que valga? El Tribunal, en última instancia, en caso de crítica o de rebelión, garantiza el debido acatamiento del rebaño a su "Gestor".
"Tres saltos dio en Roma la cabeza degollada de Pedro, y de cada uno surgió una "Fontana". Del "degüello" impiadoso de este otro Pedro han surgido mil fuentes de esperanza e insumisión. Lo que mal se gestiona.., mal acaba.
¡Ah, si la ingeniería del carbón y la alegría andaluza fueran ricas en humanidades y prudencias clásicas, no hubieran echado a rodar la cabeza de Pedro! Y en mano de la imprudente gestora sigue sin rumbo la nave?
-¿Qué podría saber la base de conveniencia y gobernanza, que no sepa el buen pastor?
-Nada, buen señor.
El Tribunal impondrá la razón y la cordura y como si fuera el del Santo Oficio, salvará la obra de Pablo Iglesias, el tipógrafo que creyó que lavarse la cara y peinarse la calva no eran los fines por los que "sus" socialistas deberían estar dispuestos a sacrificar sus haciendas y hasta sus vidas?
Otros tiempos. Otros principios. Se iba haciendo Partido al andar. Hogaño dicen los doctores que "hablando" se despiertan los demonios. Y, por tanto, lo mejor para todos es callar y dejar a los maestros y pastores gobernar, porque ellos sí saben lo que conviene al partido y a la patria; y los de la base, bien peinaditos? ¡y a callar!
Y quien dice PSOE, dice PP; y quien dice PP, dice C's (porque Ciudadanos parece mucho decir); y quien dice C's, dice Podemos.
Lo mejor: no consultar con el madero; no dejar correr el agua caliente; no llevar miel a la abuelita; no pedir a los reyes, ni menos a Rajoy, que os dejen gobernar.
También María Cristina (de Borbón y Dos Sicilias) nos quiso gobernar?, y muchos le siguieron la corriente. Y Rouco, rudo de río de grandezas teologales y apartamento sin fin. Y mil.
Si fuéramos ciudadanos enteros, quienes pretendieran avasallarnos saldrían, después de pensarlo y antes de enojar al león dormido, a la plaza ofreciendo a todos ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!
Nuestra fuerza ciudadana no reside en el silencio, sino en pensar y decir a los demás lo que se piensa, aunque haya quien "Ose" amenazarnos con Favila, la Ley, la Foto o el Tribunal.
