"Mi sobrino está haciendo un periodicazo", decía orgulloso en la redacción del desaparecido diario ovetense "Región" Antonio Crovetto, Toño, uno de los hombres con más gracia que haya habitado en el periodismo asturiano. El sobrino era Alfonso Calviño, fallecido en Madrid, con una amplia época profesional en Gijón. Dirigió "Voluntad", al que le dio la vuelta, para bien, antes de pasar a dirigir este periódico y volver luego a esta ciudad para ponerse al frente de "El Noroeste". Calviño llegó a "Voluntad" desde el "Pueblo" de Emilio Romero, emblema del periodismo español en aquellos tiempos en los que se vivían los albores de la Transición. Calviño interpretó a la perfección los nuevos tiempos que venían a la vida pública y a la periodística y logró insuflar modernidad en aquel entrañable periódico gijonés. Dio guerra, vaya si la dio, y sacó a la luz un Gijón que rompía las costuras que lo sujetaban. Descanse en paz.
