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Crítica / Arte

La galería Tioda, al cierre

La colectiva que sirve de colofón a la historia como galerista de Mari Ángeles Puerta

Mari Ángeles Puerta Bezanilla, conocida como Geli, dueña y gestora de la Galería Tioda, calle Instituto, nº 9, tiene anunciado el cierre para el día 31 de marzo de este año, 2017. Geli comenzó su andadura en el mundillo gijonés y asturiano del arte como empleada en la Galería Labra de la calle Corrida nº4, que llevaban los hermanos José Luis y Miguel Ángel García Guerrero. Cerrada Labra hacia el año 1978, Geli participó como socio igualitario, junto con Juan José García Castañedo y Miguel Ángel García Guerrero, en la fundación de la Galería Tioda, que se inauguró el 20 de agosto de 1979. Pocos años más tarde, en 1986, Miguel Ángel García Guerrero se desvinculó de este proyecto al establecer su propia galería, que se llamó Durero, cercana a la puerta lateral de entrada de instrumentos y mercancías del Teatro Jovellanos. Y a principios del siglo XXI, en el 2003, se jubiló Juan José García Castañedo, quedando Geli al frente de la Galería Tioda. La vocación de apostar por los pintores asturianos está ya en el mismo nombre de la galería, pues Tioda fue el arquitecto constructor de la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados, en la época de Alfonso II.

¿Por qué cierra Tioda después de casi 40 años? Pues porque han cambiado una serie de circunstancias vitales. La galería ocupa planta baja y un primer piso de un edificio de cuatro plantas, de las cuales sólo está habitada una de ellas. El edificio está en venta y cuando se venda los nuevos dueños actualizarán los alquileres. Otras circunstancias resultan también determinantes. Se queja Geli de que la gente ya no entra en las galerías de arte, ni en la suya ni en otras de la ciudad. Unos porque al verlas vacías pasan de largo. Y otros por inseguridad, porque aún gustándoles el arte de la pintura, no entran por no ver algo que les guste y se decidan a comprar, ya que tienen un dinero destinado a cubrir necesidades de un futuro imprevisible. Ya no acuden a ver las exposiciones el alumnado de colegios e institutos, con su profesorado al frente. Ya no va tampoco televisión española para sacar a grandes pintores en Panorama Regional, ni tampoco la televisión autonómica del Principado. Y si no hay visitantes ni noticieros, las galerías de arte dejan de ser notorias, es como si dejaran de existir, pues no hay comentarios ni transmisión boca a boca, que tanto contribuye a la difusión de eventos y sucesos. Añadamos a esto la crisis económica, pero sólo en cierto modo, pues nunca hubo tanta obra importante a escoger y a bajo precio de grandes pintores, como ahora.

De modo que Geli dice estar cansada de permanecer horas y horas mirando a la puerta de la galería, de ir a trabajar y que no haya trabajo ninguno, porque no entra gente. Le ha costado tomar esta decisión. Lleva dos años pensándolo. Se queja también Geli de un hecho cierto y conocido: que hay pintores gijoneses que venden obra en su propio estudio, sin querer darse cuenta de que la galería se lleva un porcentaje sobre las ventas para pagar una serie de gastos, porcentaje que no debe recaer sobre el cliente, sino sobre el pintor a cuyo servicio están. Curiosamente, desde que ha difundido el anuncio del cierre de la galería, está más entretenida que nunca, pues se nota mucho movimiento de personas que vienen a ver obras y discutir precios. De todas maneras Geli cerrará la planta baja y seguirá en el piso primero, con acceso por el portal, hasta que se jubile o se venda el edificio, atendiendo clientes con cita previa (teléfono 687 750 805). Seguirá vendiendo el fondo propio de la galería o los fondos de algunos clientes. Seguirá valorando obras y enviando correos a clientes, como hasta ahora, para llevar adelante lo mejor posible la gestión de las obras. Y en este tiempo seguirá haciendo promoción de obras de cuatro o cinco artistas contemporáneos, además de los pintores asturianos de los siglos XIX y XX. Recuerda Geli con nostalgia el trato personal y las exposiciones de grandes artistas como Vaquero Palacios, Antonio Suárez, Rodolfo Pico y Álvaro Delgado, por citar algunos de los más importantes que nos han dejado.

Veamos alguna de las obras de la actual colectiva.

1.- Una marina con velero de Juan Martínez Abades (Gijón, 1863- Madrid, 1920). Óleo sobre lienzo de 70x120 cm. Son de apreciar las olas en diagonal, el contraste entre la espuma blanca y el mar azul verdoso, que va paralelo a otro contraste: nubes blancas sobre cielo azul.

2.- Un florero multicolor de Nicanor Piñole (Gijón,1878 - 1978), acuarela de 62x48 cm. Sorprende por el intenso colorido y por lo poco que cultivó Nicanor Piñole tanto la acuarela como este tipo de naturalezas muertas.

3.- Paisaje asturiano de Sebastián Pascual Tejerina (Gijón, 1924-2003), óleo sobre tabla de 33x41 cm. Mucha luz, colores en ascenso tonal: vara de hierba ocre, tejados rojos, montañas de color morado. Bien completo: campo cultivado, hórreo, calle con casas, capilla y montañas. Un campesino y una moza.

4.- Una pintura al óleo sobre lienzo, 75x60 cm. de Eduardo Úrculo (Santurce, 1938-Madrid, 2003) asentado con su familia desde 1941 en Sama de Langreo. Una moza en azul, al estilo del arte pop, muestra un liguero de cintura para sostener medias. Desnudo en silueta y colores planos. Estamos en los comienzos de la época erótica del pintor.

5.- De Pepa Osorio (Gijón, 1923-2005), formada por su maestro Eugenio Tamayo, tenemos un óleo sobre tabla de 65x50 cm. Un campesino con boina, su esposa rubia y siete hijos alrededor, todos ellos de gesto expresionista y colorido intenso. Obra de denuncia social.

6.- Mariano Moré (Gijón, 1899-1974) se formó primero en Gijón con Nemesio Lavilla y luego en Madrid, bajo Cecilio Pla. Pasó parte de su vida en Madrid como profesor de una Escuela de Artes y Oficios. Aquí tenemos un óleo sobre lienzo de 48x62 cm. Vemos el encuentro de dos varones cargados de bultos, tal vez dos vagabundos. Obra típica y perfectamente reconocible de Mariano Moré por su composición, juego de colores y dibujo de personajes.

7.- De César González Pola (Oviedo, 1921-1989) tenemos una obra que representa un manzano al óleo sobre tabla de 40x50 cm., tal vez de la misma época que su famosa exposición "Árboles y hojas" , año 1977, que recorrió las salas asturianas de Cajastur y varias ciudades de España, en especial Madrid. Pasó los tres años de la Guerra Civil en Pasto (Colombia), a donde fue con su padre, el boticario Modesto González-Pola, que allí se dedicaba a diversas actividades. Compartió cincuenta años de su vida con Mari Paz Fuentes, de la que tuvo 11 hijos.

8.- Y la última: un retrato de mujer joven al óleo sobre tabla, 37x26 cm., obra de Cecilio Pla (Valencia, 1860 -Madrid, 1934). Este pintor fue muy famoso en su tiempo y recibió numerosos premios. Está aquí porque visitó la finca "La Pumariega" de Muros del Nalón a principios del siglo XX, donde estuvo el mismo Joaquín Sorolla. El retrato de la moza de Cecilio Pla resulta excelente.

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