Los premios "Princesa de Asturias", en sus orígenes premios "Príncipe", fueron concebidos por su inventor, Graciano García, con un cita clave: el acto del teatro Campoamor. Todo se supeditaba al espectáculo. Por eso se preguntaba a los posibles galardonados, sobre todo si eran norteamericanos, su disposición a trasladarse a Asturias a recibir el premio y cumplir con los demás actos protocolarios. Las ausencias han sido siempre de premiados de Estados Unidos. El exordio viene a cuento de la petición realizada por el Ayuntamiento de Gijón para que "El Jefe", Bruce en confianza, sea premiado en la próxima edición. Tres conciertos en Gijón parecen justificar la petición que quizá pueda caerse en las primeras votaciones si Bruce imita a Dylan en los Nobel. Puestos a proponer, se podría haber propuesto a Tina Turner, mujer maltratada y pionera en la ciudad de los grandes conciertos. Ella abrió el camino seguido luego por otros.