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Estaciones

Una ciudad que ve pasar las décadas con el mismo apeadero de autobuses y el tren alejándose

Cuando era pequeñu tengo ido, un par de veranos, a la aldea de Quintana, parroquia de Baldornón (Valdornón pa los de la la llingua) a pasar un mes atemperando mi, otrora, hiperactividad. La línea, autos Nacario, salía de Precios Únicos, al lado de Casa Rubiera, y carecía de marquesina alguna. Al día de hoy la vida sigue igual o manifiestamente peor pues el tren para en casa dios y el Alsa ahí sigue para vergüenza de propios y extraños.

Desde el 1 de mayo contamos con equipo de salvamento pero ¡ay amigo! En la Escalerona contamos con tan solo una ducha y además están haciendo obres. Está claro que aquí, con les barandilles aún sin pintar y con los apeaderos para trenes y autobuses, lo de las estaciones, físicas o climáticas, no se nos da nada bien.

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