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Aclarando sucesiones

Sobre este impuesto se pretende plantear dudas que tienen una respuesta clara

El antiguo impuesto de sucesiones en Asturias tenía un fallo importante en su redacción, mas que un fallo se podría hablar de una chapuza legislativa. Aunque se decía que los primeros 150.000 euros estaban exentos, no era del todo exacto. En realidad estaba exento quien heredase menos de 150.000 euros, pero en cuanto se sobrepasaba esa cantidad, aunque fuera en un solo euro, había que pagar desde el primer céntimo. Así, quien heredaba 150.000 euros no pagaba nada, pero si lo que heredaba sumaba 150.001 euros pasaba a pagar algo más de 21.000 euros, un salto que eliminaba la progresividad del impuesto en estas cantidades y que era tremendamente injusto.

Esto había que corregirlo y se corrigió en la última reforma, pero no puede ser utilizado como argumento para suprimir el impuesto. Cuando un coche tiene una avería vamos al taller a repararlo, no al desguace.

Por cierto ¿Dónde estaban estos años atrás los partidos que piden la supresión del impuesto?, ¿por qué no denunciaron este fallo antes? La respuesta parece sencilla: no era el momento, los partidos, unos y otros, actúan en función de su conveniencia, no de la conveniencia del ciudadano, al menos del ciudadano medio, y este tema se sacó a la luz en el momento en que se vio que podía dar votos.

Una pregunta que se planteó en varias ocasiones: ¿Cómo se arreglan en las Comunidades donde no hay sucesiones? ¿Son más listos? La respuesta estaba en el artículo, la única solución cuando se pierde una fuente de ingresos es buscar otra o suprimir gastos, es decir servicios. En principio esto era simplemente una opinión particular. LA NUEVA ESPAÑA, el 4 de abril, confirmó esta opinión al plantear esta cuestión a los responsables de las haciendas cántabra y canaria. Los cántabros lo dejaron claro: Gravamen autonómico de impuesto especial sobre hidrocarburos y subida de los impuestos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos, todo ello acompañado con supresión de servicios.

Es decir, cuando un cántabro compra una bombona de butano, llena el depósito de su coche, enciende la calefacción, o compra una vivienda aunque sea de protección oficial, está pagando lo que otro cántabro se ahorra en su herencia, además de tener que arreglarse con menos maestros, médicos, barrenderos, reparaciones viales etc. A los canarios, la broma les costará 50 millones de euros y no tienen muy claro cómo van a sustituirlos, de momento han recortado servicios y ya verán que más pueden hacer. Por cierto, cántabros y canarios se han planteado en varias ocasiones "rescatar" el impuesto y no descartan hacerlo en el futuro.

Otra cuestión que se plantea: "Si dejan de robar lo que están robando no hace falta el impuesto". Es evidente que en este país tenemos fugas de dinero público por todos los lados, que la corrupción es un problema enorme y que todos tenemos que luchar contra ella, pero es otra guerra, no puede utilizarse como argumento para eliminar un impuesto que es necesario y si se redacta bien, justo.

Tampoco se puede hablar de doble imposición, ni es cierto que si se recibe en herencia una empresa en funcionamiento haya que venderla para pagar los impuestos como dijo un histórico periodista en un video que quienes defienden la supresión han difundido por las redes; si se continúa explotando la empresa, la exención del impuesto es como mínimo del 95%; si la idea es venderla y embolsarse su importe, no se puede hablar de heredar una empresa, se hereda un patrimonio que debe de tener la misma consideración que una cuenta en el banco por ejemplo.

En todo caso, la cuestión que se quería plantear con el anterior artículo y se reitera en éste es sencilla, estaba muy clara desde el principio: Vale, quitamos el impuesto de sucesiones, ¿Cómo lo sustituimos?".

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