A debate el Plan de Movilidad para Gijón. Proponen que en barrios céntricos los coches no puedan ir a más de 20 kilómetros por hora. ¿Por qué unos planificadores que no suelan coger el coche van a imponer el tope de 20? ¿O unos planificadores que suelan coger el coche poner el tope en 40? La velocidad tendrá que estar en función de las características de las calles: en áreas con calles anchas y cruces con mucha visibilidad, se podría circular a 40; y con calles estrechas y cruces con poca visibilidad, se debería circular a 20. La función del ayuntamiento no es tener un plan contra los coches ni contra los conductores, sino organizar el transporte y los movimientos en la ciudad en el mejor beneficio posible para el mayor conjunto de los ciudadanos. No elegimos gobiernos para que nos planifiquen la vida o nos boicoteen según sus prejuicios y tendencias partidistas. Gobernar no es mandar, para mandar sirve cualquier tonto, gobernar es organizar y administrar de manera ponderada y eficiente.
El Ayuntamiento de Madrid informó este martes 6 que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) va a incorporar una señalización específica para evitar el "despatarre masculino" en los autobuses, es decir sentarse con la piernas muy abiertas. Ello en coordinación con el área de Políticas de Género y Diversidad. Desde luego está bien legislar sobre comportamientos dañinos o incívicos, como pueden ser fumar en espacios cerrados o escupir en el suelo, pero esta iniciativa parece un tanto radical: el gobierno, municipal, quiere decir a los usuarios como pueden o no abrir las piernas sentados en el autobús. Lo incívico sería que un pasajero usara dos asientos o parte del otro. Pero aquí es una cuestión, al parecer, de "postureo", ¿o de rizar el rizo? Esta iniciativa se suma a la emprendida por la CUP anticapitalista en la ciudad barcelonesa de Tarrasa para evitar el "machismo" y la "micro-agresión" de los hombres (¿y las mujeres?) sentados con las piernas abiertas. ¿Medirán centímetros, habrá denuncias?
Plan es una de esas palabras que muchos creen medicina para todo. Qué mala suerte que casi todos los que han querido planificar la oferta y la demanda según sus caprichos han arruinado la economía. ¿Hay un problema? Decimos que hay que hacer un plan contra el problema y ya está. Qué bonito sería que el paro se arreglara con decir plan contra el paro y la guerra con decir plan contra la guerra. Pero el plan debe tener información contrastada, objetivos claros y medidas eficaces, o será tan maravilloso como los fuegos invisibles de Begoña. La Unión Soviética era uno de los países más planificados y evolucionó del estancamiento con la gerontocracia brezneviana, por la Perestroika o reestructuración de contradicciones con Gorbachov, a la desintegración y tocar fondo cuando Yeltsin. A pesar de sus comisiones y subcomisiones con sus informes y subinformes. Como cambiar 400 metros acá o allá con dibujines de colores la estación intermodal del plan de vías, ¿pero qué plan?: financiación y calendario.
