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España plural

Los problemas se arreglan sumando, no restando

El 15 de junio de 1977 los españoles, tras la guerra civil y dictadura de derechas del franquismo, después de 41 años podían volver a elegir candidatura -cerrada- en unas elecciones multipartidistas. El triunfo, aunque por poco, fue para la UCD del presidente Adolfo Suárez, coalición de centro y centro-derecha, por delante del PSOE de Felipe González, aún nominalmente socialismo marxista y de hecho centro-izquierda, quedando a mucha más distancia tercero y cuarto el PCE comunista pragmático de Santiago Carrillo y la AP derecha aperturista de Manuel Fraga, luego fundador del actual PP. Ese parlamento elaboró la vigente Constitución española de 1978, democrática y autonómica, mediante consenso incluidos los catalanistas, ratificada por muy amplia mayoría en referéndum. Lo cierto es que la transición española, 40 años después, ha sido un éxito relativo de libertad, estabilidad y prosperidad, aunque con los problemas de los nacionalismos, la partidocracia y el desempleo sin cauce global.

Francia, la nación en cuya revolución de 1789 surgió el concepto de "izquierda" la ve ahora casi desaparecer del parlamento. El saliente Hollande ha repetido el error de Mitterand, creer que el resultado económico está en función de sus ideales, y no sus consecuencias en función de la realidad económica. Ya el Mitterrand inicial adoptó una política "social" izquierdista -más gasto público- que al estancar la economía francesa tuvo después que rectificar. Hollande se presentaba como el hombre normal y listo (¿recuerda a Zapatero?) que arreglaba la economía sin austeridad. Eso de que ponen las cuentas en orden gastando más suena muy guay, el detalle es: ¿de dónde sacan los ingresos para pagarlo? Al final ha resultado ser el hombre torpe e impopular, desistió de presentarse a las presidenciales ante los nefastos sondeos, y el Partido Socialista Francés ha quedado en el 7% este domingo 11 y perderá más de 250 diputados en la segunda vuelta del domingo 18. Los de Macron socio-liberal y europeísta pueden arrasar.

Para la España autonómica actual el problema político más candente es el secesionismo unilateral de los nacionalistas catalanes. Se alimenta de tres mentiras muy burdas: que tienen historia nacional, que España les roba y que votar cualquier cosa es democrático, pero a base de repetirlas especialmente por la enseñanza adoctrinadora y los medios de comunicación tergiversadores, han calado en la opinión pública catalana. Ponen el referéndum independentista el 1 de octubre porque el 11 de septiembre celebran su "Diada" inventada con gran propaganda, lo que hubo fue una guerra de sucesión a la corona española. Cataluña tiene cada año un superávit comercial de 18.000 millones de euros con el resto de España, pagan más IRPF porque tienen más renta. Los catalanes ya deciden libremente cada vez que votan en unas elecciones autonómicas. Pero el problema es que además de Galicia y País Vasco, ahora les secundan los "nacionalistas" en Baleares y Valencia. ¿Lo progresista es "yugoslavizar" España?

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