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Musicólogo

La alternativa del pop alternativo

Ya no son ninguna revelación, pero pasan los años y "Alberto & García" siguen sorprendiendo con su propuesta. La música de esta banda tiene sello propio, un sonido personal que es capaz de aglutinar incorporar elementos de diferentes tradiciones con buen gusto y de forma natural. La tarde del pasado sábado volvían a actuar en Gijón, en la presentación de la programación cultural del verano en la ciudad que tuvo lugar en el Jardín Botánico. Una tarde de sol y calor que reunió a numeroso público en torno a un evento que llevaba por título "El solsticio suena a verano" y que se cerró con las versiones de la "Vintage Astu Band".

Sería difícil sacar a "Alberto & García" del amplísimo abanico de proyectos que tienen cabida bajo la etiqueta de pop alternativo; su música se aleja de la radiofórmula y sus canciones no confían toda su suerte al gancho de un estribillo repetido hasta la saciedad. Pero, al mismo tiempo, son muchos los detalles que los convierten en singulares: las melodías no se esconden detrás de guitarras distorsionadas o sintetizadores, sino que se cuidan y se visten con cada acorde y con cada arreglo; las letras se alejan de hastíos cotidianos y resultan inteligentes en cada verso, y su repertorio se mueve con soltura entre el pop, el country, el soul, pero también la cumbia, la tonada y la chacarera sudamericanas o la ranchera.

Empezaron con sintetizador, una introducción breve para "Ley de gravedad", que fue ganado intensidad a medida que se sumaban instrumentos. El concierto empezó a coger ritmo con el implacable pulso de negra de "La hora del valiente" y los cambios puntuales a la hemiolia de aire latinoamericano. "Este rayo de sol" resultó expansiva, luminosa, aún más en una tarde de sol. "Qué voy a hacer" es un ejercicio de contención, con un tren muy tirado para atrás y una melodía que gana intensidad a través de un lastrado camino ascendente que explota en el estribillo.

Sonaron algunos de los temas ya clásicos de la banda, como "Luz y calor" o "Carbón y diamantes" de su primer disco. También algunos nuevos, que formarán parte de su próximo trabajo, como "Señales", un tema muy bien armado que mantiene la querencia de este grupo por el patrón del folk americano. Hubo espacio para una única versión, "Piedra y camino", de Atahualpa Yupanqui. Otras canciones, como "Muros de Berlín" y "San Juan", dieron empuje al concierto y sonaron redondas, plenas. Pero lo que realmente animó la tarde fue la cumbia "Avalancha", que cerró el repertorio, un tema que demuestra la madurez musical de este grupo y la capacidad para asimilar todo tipo de repertorios. Por esta senda aún queda mucho por explorar, y nadie mejor que estos asturianos para hacer el camino.

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