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De gigantes y zoquetes

Cosas que sabemos por boca de don Íñigo de la Escayola y Fomento

Querida Concha, el señor Registrador del gobierno, parece, en barbado, la gigantona Berenguela, y no pasa un solo día sin que lance su aullido vencedor. Hoy, por boca del ministro don Íñigo de la Escayola y Fomento, los gijoneses hemos sabido que fue don Rajoy, el gran testigo de la actual temporada de Tribunales, gracias a los huevos flamencos de un par de señores magistrados, "quien dio el paso hacia adelante" para reiniciar el "inicio" y sin "cascos", ¡solo doce años después!, de los accesos previstos para el Musel?

Don Iñigo es hoy ministro de los ingenieros de caminos canales y puertos, y en Santander dejó acreditada su magia: hizo de bellos parajes naturales, solares para jugar niños ricos. Hasta doña Concha Espina hubiera aplaudido.

Don Iñigo escayola es de buena familia, amén de lindo y educado, y tiene finas maderas de actor; recuerda en altura y pose al gran gijonés don Nemesio la Villa, primer actor.

A medida de que la ruina del Musel se evidencia, se "aceleran" los trámites pendientes para su remate, ¡justo 110 años después de que el "Jovellanos" cargara en el dique Norte 500 toneladas de Duro Felguera que salieron para Bilbao!, porque es preciso vender el puerto a buen postor. Los accesos son la "guinda" del "regalo". Y se privatizará la joya, -como se privatizaron los "paradores", o como la Ensidesa-, después de gastar una fortuna en "maquillarlo". En cuanto pase la romería de Granda, y haga su deposición en sede judicial el "Berenguelo" que no "abronca" a sus ministros -confiesa deliciosamente infantil el alumno Íñigo escayola-, los zoquetes iremos sabiendo más cosas, conociendo más secretos? ligando más datos.

Felices astures, gijoneses todos, gracias a don Íñigo, sabemos que el "nacionalismo no es rentable" en este reino de taifas; nacionalismo, además, que como le ocurre al colesterol, puede ser bueno o malo, pero que no se llevó ni un euro de los destinados a Asturias, por eso las obras que "pensó" don Cascos marmóreo, primera generación de don Íñigo escayola, están a punto de iniciarse doce años después de pensadas? para poder vender, en un todo o por partes, el loro adornado con plumas del Opus. En la operación, hasta entra un grupo de devotos gastadores del rugby de Oviedo. Ellos, son gigantes. Nosotros, zoquetes. ¡Gijón a mediados de julio de 2017; 110 años después...!

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