Vuelven las esperanzas fundadas de que la autopista del mar sea una feliz realidad dentro de no tanto tiempo, menos, seguro, que el necesario para terminar la variante de Pajares. Una naviera potente, Baleària, es la principal candidata a hacerse con un servicio que, según los expertos, es rentable en cuanto pasen los primeros meses de su puesta en marcha. Nadie se explica cómo es posible que un negocio naviero haya sido despreciado por una empresa foránea que sólo buscaba la subvención europea y que dejó tirada la línea en cuanto pudo. Ahora se reabren las esperanzas y la alcaldesa de Gijón, la doctora Carmen Moriyón, espera que la línea sea una realidad a lo largo de 2018, año que está a la vuelta de la esquina. Para llegar con fuerza a agosto nada mejor que recibir buenas noticias de la mar océana, que es donde se cuecen tantas cosas de este Gijón que saca la cabeza.