La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Camisetes: esto no ye serio

¿Qué pasaría si, como en el fútbol, el Gobierno de turno encargara cada año la bandera nacional a una marca deportiva?

Cuando era pequeñu, y hasta muy entrado en años, había algo que los sportinguistas teníamos claro, la vestimenta rojiblanca, el pantalón azul, y las medias negras con vuelta rojiblanca a modo. Coño, desde hace ya tiempo, salvo en casa, que sólo faltaba, jugamos con la itinerante equipación B o C y claro, no ye igual.

En los últimos tiempos ya es el acabose y nuestro Sporting puede ir de amarillo clown de McDonald's, de negro zahino "pal Pintu", de rojo (quizás por nuestro pasado consistorial en democracia, hasta hace poco), de verde (igual por ser la capital de la costa ídem) y esti añu, en aras de no sé qué, de blanco con ribetes negros, a lo Morante de la Puebla. Si a ello añadimos el grotesco, en la mar de ocasiones, tintado de las botas, los peinados fashion (es un decir, con caridad jesuítica) y los tuneados antebrazos, brazos y cogotes, esto ya es el no va más.

Que quieren que les diga, a mí, los equipos me gustan ataviados con sus colores (los nuestros) y lo demás, es merchandaisin. Por supuesto, las botas todas iguales y a ser posible, negras. ¡Basta ya de tanta tontería!

¿Se imaginan que cada año el gobierno de turno encargara la bandera nacional el diseño rojigualda, a Adidas, Puma, Reebok, Kappa, o la p. su madre? No ye serio.

Dicho queda. Al Tartiere, por ejemplo, sin ir más lejos, hay que ir de rojiblanco, y sapialos.

Compartir el artículo

stats