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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Inercia

Gijón avanza sumido en una preocupante calma chicha política

Las agitadas aguas catalanas han conseguido que las cosas de nuestro pueblo parezcan menos que la pequeña turbulencia que provoca una cucharilla agitando el contenido de un vaso de agua. La tozudez de los secesionistas encabezados teóricamente por Carles Puigdemont y su empeño en saltarse toda legalidad democrática causa una gran desazón. A Rajoy y a su gobierno, visto que en su momento no obtuvo el respaldo político del socialista Sánchez, instalado en su "no es no", no le quedó más remedio que acudir a la vía judicial. Y una vez que la maquinaria de la Justicia se pone en marcha en un estado de derecho, ya no hay quien la pare. Ahora, tendremos, todos, que soportar el goteo de acontecimientos, las investigaciones, los registros, las detenciones y, como los empecinados secesionistas no se conformarán, las algaradas callejeras de mayor o menor fuste hasta que se sofoque este golpe a la legalidad democrática realizado en cámara lenta.

Mientras, en nuestro ayuntamiento se han dado los pasos para iniciar desde la sesión plenaria celebrada el miércoles, con la aprobación inicial del documento revisado, el Plan General de Ordenación. Por cierto, durante la sesión hubo hasta tiempo para que los de Podemos e IU representaran su numerito al exhibir unos carteles contra las detenciones realizadas aquel día en Cataluña derivadas del referéndum catalán prohibido por el Tribunal Constitucional. Puro teatro, porque a la hora de votar la aprobación del PGO votaron como un solo hombre junto a la derecha local, bien a pesar de las serias advertencias realizadas por los socialistas sobre algunas negras sombras que presenta este proyecto de PGO.

Son muy optimistas los del equipo de gobierno de Foro si piensan que lo que resta hasta la aprobación definitiva y entrada en vigor del plan urbano va a ser un camino de rosas, aún con sus espinas. Será más bien un desierto con cactus también espinosos que es difícil llegue para el final de su mandato, allá para la primavera de 2019. Siempre surgen impedimentos y situaciones no esperadas, a las que los tribunales no suelen ser ajenos, que retrasan los plazos, no ya los más optimistas, sino los más precavidos. Es probable que la cirujana Moriyón vuelva a sus cirugías o a otros destinos políticos sin haber logrado aprobar un PGO en un par de mandatos.

Y no sería de extrañar para unos mandatarios municipales que son incapaces de acometer el simple proyecto del arreglo de una calle a la primera y mucho menos terminarla en plazo. Pero aquí estamos en nuestra provinciana Arcadia, en flagrante fase menguante, lejos de las revueltas catalanas y a verlas venir. Es difícil prever el futuro, pero no es difícil imaginar que la próxima corporación municipal nos mostrará bastantes caras nuevas que, esperemos, impulsen con eficacia el mortecino relajo en el que nos ha sumido este gobierno de Foro, cuya única virtud es la de seguir la inercia marcada hace veinte años. Funciona lo puesto en marcha hace veinte años o más. Y hasta en donde quisieron encontrar una mancha, como en la gestión del agua, vinieron los tribunales a decirles que no, que todo estaba bien. Y ni han tenido la decencia de pedir perdón por la metedura de pata.

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