La FSA celebra este fin de semana su congreso autonómico; elegido Adrián Barbón como secretario general después de un proceso largo que dejó una contundente victoria por un porcentaje superior al sesenta por ciento de los votos, ha llegado el momento de la elección de la nueva comisión ejecutiva y poner al día el marco político de los socialistas asturianos para los próximos años.
La candidatura de Barbón empezó a gestarse hace muchos meses, cuando la militancia se sintió herida por el proceso de destitución de Pedro Sánchez. Fue esta militancia la que encontró en el actual alcalde de Llaviana su voz para expresarse y sus ganas por cambiar desde dentro la FSA. En definitiva, llegamos este fin de semana al final de ese largo camino del proceso de cambio, el famoso "o cambiamos o nos cambian".
Por ello, en este congreso el protagonismo corresponde a la militancia, que opina y gestiona las decisiones y estrategias políticas que Barbón y su nueva ejecutiva deben desarrollar en compli-cidad con el gobierno asturianoy preparar al partido para los nuevos acontecimientos políticos que Asturias vivirá en los próximos años.
Anteriormente los líderes del partido -y,en concreto,el secretario general- eran los responsa-bles de restañar la división interna, pero la nueva forma de hacer política ya no es así. Ahora han de ser los propios militantes los corresponsables de curar las heridas, entender los enfrentamien-tos y asumir los errores como copartícipes de un proyecto mucho más directo que en el pasado. La participación política no solo está en el voto directo, sino también en el compromiso continuo con la organización.
Con el nuevo secretario general, los socialistas asturianos ganan un gran peso en el PSOE de Pedro Sánchez,se ponen a la vanguardia del socialismo español y,pese a que Barbón es querido y respetado en el resto de federaciones, sin duda su camino y su influencia por y para Asturias-tiene que caminar de la mano de la militancia y el de la militancia con él.
Es el congreso de la participación, de la democracia interna, el de un militante un voto, el de la reorganización y fortalecimiento de la federación, el de la recuperación del municipalismo, el de la apuesta por la formación y la memoria histórica; eselcongreso que debe marcar la estrategia para relanzar la izquierda asturiana, formada por nuevos actores en una nueva sociedad, donde los sindicatos y los partidos tradicionales siguen siendo una parte fundamental, pero no la única. Una FSA dinámica, abierta, dispuesta a escuchar, cercana al territorio, donde se complemente la Asturias central con las alas.
Es el congreso de Adrián Barbón, es el congreso de la militancia.
