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Profesor de Geografía e Historia

Las Españas

El nacionalismo antiliberal no es antesala sino esencia del totalitarismo

Este 12 de octubre de 2017 el Día de la Hispanidad cobra un significado especial. Tras el referéndum anticonstitucional y "multivoto" por persona en Cataluña, el presidente de la Generalitat nacionalista, cuya autoridad procede de la vigente Constitución española de 1978, democrática y autonómica, aprobada en referéndum por el 85% del electorado catalán, hace una declaración de independencia "sobreentendida" para ser suspendida "unas semanas" para dialogar sobre la separación unilateral. Ahora vendrá el coro de antisistemas y "buenistas" pidiendo negociar. ¿La policía debe negociar con los ladrones la impunidad de éstos para violar la ley a conveniencia? A esta ilegalidad jurídica se añade una inmoralidad política: ningún partido concurrió a las elecciones al Parlament llevando en su programa la secesión unilateral y la desestabilización económica de Cataluña. Pero los del 3% o más han decidido huir hacia adelante, entre la realidad económica y la suya falsa y sectaria, la pura es la inventada.

Los del "cuanto peor, mejor" hablan de república y se les cae la baba. Como si su proyecto de futuro fuera a cambiar el pasado de los años 30, pero repitiendo sus errores. La llegada de los Borbones al trono español desde 1.700, con la supresión de fronteras interiores peninsulares y aduanas medievales y feudales, lejos de traer explotación o expolio a los territorios periféricos no castellanos, impulsó la prosperidad industrial y demográfica de Cataluña, caso de la libertad de comercio con América con Carlos III, y así Barcelona pasó durante el siglo XVIII de 40.000 a 130.000 habitantes, prosperando por ejemplo la industria textil y el comercio de indianas. Hoy en día el concepto de balanza fiscal territorial es absurdo puesto que los ríos y las cordilleras no pagan impuestos, los pagan los habitantes en proporción a sus ingresos. ¿Podemos considerar que el AVE de Madrid a Barcelona es inversión territorial en Castilla La Mancha y Aragón, cuando favorece sobre todo a las dos grandes metrópolis peninsulares?

Para la España autonómica actual el problema político más candente es el separatismo miope de los nacionalistas catalanes, desaparecido el terrorismo vasco de la ETA. Se alimenta de tres mentiras muy burdas: que tienen historia nacional, que España les roba y que votar cualquier cosa es democrático, pero a base de repetirlas, especialmente por la enseñanza adoctrinadora y los medios de comunicación tergiversadores, han calado en la opinión pública catalana. Cataluña tiene cada año un superávit comercial de 18.000 millones de euros con el resto de España, pagan más IRPF porque tienen más renta. Los catalanes ya deciden libremente cada vez que votan en unas elecciones autonómicas. Es cierto que España es plural, y no uniforme, y esa pluralidad no debe ser motivo de discordia, sino de enriquecimiento. Deben 50.000 millones al Estado español y quieren seguir en el euro y anexionarse los "Païssos catalans" (Baleares y Valencia). Qué bonito es el nacionalsocialismo, hasta que se acaba el dinero y la paciencia de los demás.

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