Por fin hay luz al final del camino porque comienza a haber unión entre los españoles. Hay un sentimiento de que es bueno ser español y que España merece la pena. Las banderas españolas aparecen tímidamente en las ventanas, en los coches, incluso en bolsos y adornos. Es importante estar unidos porque en estos momentos difíciles vamos a necesitarlo.
Luchamos con un enemigo peligroso porque la mentira es su religión; la corrupción les domina, los lavados de cerebro a los niños y jóvenes les parecen cosa normal. No son muchos en comparación del resto de los españoles pero cuando no se tienen escrúpulos se gana con más facilidad. El increíble video que difundieron los nacionalistas catalanes por medio mundo no tiene nombre ni apellido. Una joven con cara de dolor de muelas y voz lloramicosa intenta convencer que hay que ir a Cataluña a ayudar a los pobres catalanes oprimidos, todo acompañado de unos videos falsos, con datos totalmente falseados.
No se puede creer que a alguien se le ocurre hacer algo así, pero hay que reconocer que está muy bien hecho. Hubo que hacer otro rebatiendo todas las mentiras, doce verdades que son tan claras que dejan las mentiras al descubierto. Todos esperamos que llegue a todas partes aunque el primer video hizo mucho daño. Ha aparecido otro video de un chico americano rebatiendo el de los separatistas que va a tener mucho impacto porque además es divertido.
Hubo unos días complicados, parecía que los separatistas estaban ganando. Todos clamamos porque Rajoy interviniera ya. Yo misma estaba enfurecida. Ahora ya no sé qué pensar. Realmente no se podía obrar con precipitación porque podía irse de las manos y ahora parece que se han evitado males mayores. A todo ello contribuyó la gran manifestación que se celebró en Madrid, pero todavía fue mejor la manifestación de Barcelona con más de un millón de persona. Pero lo que llegó a todos los corazones fue la aparición del Rey en televisión. Fue un sueño hecho realidad, algo que no se esperaba. El monarca afirmó que "el Estado debe asegurar el orden constitucional ante quienes quieren quebrar la unidad de España". Más de doce millones de personas siguieron las palabras del Rey por televisión. Estuvo regio, seguro, tranquilo y por fin alguien salía a la palestra para tranquilizarnos y hacernos saber que se iba a actuar contra la amenaza independentista. Me parece que muchos republicanos se convirtieron en monárquicos en ese momento.
Todo se empezó a mover en nuestro país. Ya más de mil empresas han abandonado Cataluña para establecerse en el resto de España. La Fiscalía pide prisión sin fianza para Trapero por un delito de sedición. Jordi Sanchez y Jordi Cuixart, más conocidos como los Jordis, los principales canalizadores de las concentraciones y manifestaciones violentas en Cataluña, son enviados a prisión en Soto del Real, en donde les cantan "Viva España" desde las celdas vecinas.
Y llegaron los premios "Princesa de Asturias", celebrados como siempre en el teatro Campoamor de Oviedo, un acto perfecto como acostumbra. Un día de sol espléndido. Un teatro lleno hasta rebosar. Toda la gente que tiene algo que decir y decidir en España estaba allí. Un rey Felipe casi emocionado pronuncia un discurso sin desperdicio y vuelve a reivindicar los principios democráticos frente al inaceptable intento de secesión de Cataluña. Afirma rotundamente que España lo resolverá por medio de sus legítimas instituciones. Volvió a convencer y conquistar al personal, alguna lágrima que otra entre los espectadores, con la Reina Letizia, mirándole con amor y orgullo.
Los líderes de la Unión Europea hicieron un llamamiento a respetar el estado de derecho. El discurso del Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, en correcto castellano, no tuvo desperdicio. Se convirtió en nuestro héroe inmediatamente, no habíamos oído a nadie hablar más alto y más claro de la situación en España. Habló de la importancia del respeto al estado de derecho. Cuando el Tribunal de Justicia dicta una sentencia se cumple y punto. La Unión es así mismo solidaridad. Dijo que hay algunos en Europa que gastan sus recursos y sus esfuerzos en separarnos y que mejor harían en trabajar por la concordia. Yo creo que los tres nos dieron una gran tranquilidad.
Por fin Rajoy y su gobierno van a aplicar el artículo 155. Puigdemont quiere ir al Senado a explicarse, pero mejor se quedaría en su casa.
Merece recordarse una frase de Manuel Azaña Díaz: "No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. No hay más que una nación? ¡España! Antes de consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones que de ningún modo admito, cedería paso a Franco".
